A través de su informe semanal acerca del estado de los cultivos, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires volvió a dejar en claro el rol del clima en el escenario agrícola, sobre todo en el terreno del trigo y la cebada. Es que las lluvias del último mes sumadas al agua acumulada desde abril en los suelos retrasaron la siembra de los cereales, y se complica el ingreso de la maquinaria a los campos. Si bien las zonas más afectadas son el centro y sur de la región agrícola nacional, las pérdidas más significativas se registraron en el sur de Córdoba, sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires.
Menos trigo
El informe destacó que el avance intersemanal en las labores fue de apenas 3,3 puntos porcentuales, por lo que la siembra cubrió el 82,6% de las 4.400.000 hectáreas proyectadas para el presente ciclo. La situación preocupa a los productores, que esperaban este año superar con creces al anterior dadas las nuevas políticas que el Gobierno Nacional aplicó para el sector agropecuario, tales como la baja de retenciones y la eliminación de las trabas para exportar, en conjunto con la devaluación. Sin embargo, la campaña 2016/17 mantiene un retraso de 11,2 puntos porcentuales en relación a 2015 y ya perdió 100.000 hectáreas. Pero eso no es todo: la entidad adelantó que de continuar las malas condiciones climáticas y si no se incorporan nuevos lotes durante la ventana óptima de siembra ? que se extendería hasta agosto ?, no descartará la posibilidad de volver a recortar la superficie en el centro, sudeste y sudoeste de Buenos Aires, donde el retraso interanual superó el 30% en la última semana.
De todos modos, todavía quedan esperanzas en lo que respecta al cereal, ya que hacia el norte de La Pampa y oeste bonaerense el progreso de la cosecha de soja y maíz 2015/16 permitió liberar espacios para la implantación de la fina, por lo que la intención de siembra en esa zona sigue en pie. Es más, la Bolsa aseguró que hay lotes que transitan etapas desde emergencia hasta diferenciación foliar en “óptimas condiciones de sanidad y humedad”.
El maíz sigue en alza
“Luego de años de caída de superficie y márgenes negativos, el cultivo toma impulso con un aumento de área del orden del 30% con respecto al año anterior. El entusiasmo se traduciría en 800.000 hectáreas”. La estimación le corresponde a la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que a través de la Guía Estratégica para el Agro difundió sus predicciones para la zona núcleo. Ahora, ya no quedan dudas de que los negocios están enfocados en el maíz, y tanto los productores como los analistas coinciden en que será el cultivo más rentable del verano, con precios a futuro que superan en 23% a los del año pasado, cuando la superficie de intención de siembra había caído el 40% a esta altura del mes.
Según la BCR, este ascenso ya se refleja en un mayor movimiento económico, ya que en las últimas semanas crecieron las ventas de semillas híbridas y volvieron los planteos de alta tecnología. No obstante, la entidad advirtió que al grano “todavía le queda un buen trcho para alcanzar el potencial de la región, que solía situarse en 1,1 millón de hectáreas”. Los motivos, agregó, tienen que ver con “una serie de factores que podrían limitar esa suba: excesos de agua al momento de la siembra, impacto de la Niña en floración, alta inversión inicial y un margen también tentador en su principal competidor: la soja”. El último punto es el más debatido entre los especialistas, que aseguran que es importante que exista rotación para cuidar los suelos, pero a la vez sostienen que probablemente no sea necesario que el maíz le quite terreno a la oleaginosa. “Se trata de 200.000 hectáreas más que el año pasado que van a diversificar la agricultura”, destacó el informe.
Los números oficiales
El Ministerio de Agroindustria de la Nación también hizo sus cálculos en relación al ciclo que finaliza, y elevó sus estimaciones de las cosechas de soja y maíz a 58,8 millones y 39,8 millones de toneladas, respectivamente. “Continuaron los buenos rendimientos en Buenos Aires y La Pampa y en zonas de Córdoba y Santa Fe”, señaló en su reporte mensual de cultivos.
El mes pasado, la cartera había previsto una producción de cincuenta y ocho millones de toneladas para la oleaginosa y de 37,9 millones de toneladas para el cereal.
