El Economista - 70 años
Versión digital

jue 25 Abr

BUE 15°C

Obama juega fuerte para frenar a Trump

Hoy cierra la Convención Demócrata con el discurso de Hillary que debe recuperar terreno en varios segmentos del electorado.

28 julio de 2016

En su tercera jornada, la Convención Demócrata tuvo como figura central a Barack Obama. Fue un día de mensajes con mucho volumen político. Antes del Presidente estuvieron sobre el escenario Joe Biden, quien aspira a sucederlo Tim Kaine y Michael Bloombeg. Y las críticas a Donald Trump se escucharon durante todo el día.

Hoy cerrará la Convención con el mensaje de Hillary Clinton. Todos los pesos pesado del partido hablaron antes para que l candidata sea la figura excluyente de la última jornada. Hillary deberá encontrar el tono justo para su discurso porque son muchos sectores a los cuales debe convocar si pretende ganar en noviembre. Los jóvenes son un segmento crítico como quedó en evidencia en las primarias y los hombres blancos de menor nivel educativo son los más propensos a votar por Trump. Pero además de ganar terreno en algunos sectores del electorado, Hillary necesita mejorar su perfil porque tiene índices de imagen negativa elevados y es vista como una figura poco confiable que expresa sin matices a la dirigencia política tradicional. No lo podrá revertir con un solo discurso pero puede ser un punto de partida ya que hoy se concentrará la atención en ella y millones de estadounidenses escucharán su mensaje.

Los pasos

Luego de un primer día turbulento, la Convención se fue adaptando a lo que querían los estrategas del partido. Ayer seguían las repercusiones sobre el atípico discurso de Bill Clinton de la noche anterior. Es que tuvo un tono personal que no fue habitual en sus mensajes porque tenía que cumplir con el papel que tienen asignado los cónyuges de los candidatos que es presentarlos en su dimensión personal, humanizarlos. Si bien sorprendió con el tono de su discurso, fue igual de efectivo que cuando se centra en los temas políticos.

Mientras que Obama está dispuesto a jugar fuerte en favor de Hillary durante el resto de la campaña. Y es lógico que así sea. La candidata demócrata fue la única que desde el primer momento apostó por reivindicar lo hecho en estos últimos ocho años.

Como las elecciones son siempre sobre el futuro, un candidato debe entusiasmar al electorado con una visión del país para los próximos años. No les gusta a los votantes aquellos candidatos que se presentan como una réplica del actual Presidente y que ofrezcan una especie de tercer período. Pero el planteo de Hillary es que su diferenciación se dará a partir de lo hecho y no dando marcha atrás. Trump expresa todo lo contrario. Los presidentes tienen cada vez más poder y pueden generar muchos cambios. En pocos meses, Trump podría desandar buena parte de las reformas de Obama. Es lógico entonces que busque el triunfo de Hillary porque también sería el de su legado.

También es lógico que Hillary se recueste sobre Obama porque es en este momento un presidente con su popularidad en ascenso. Si bien la mayoría de los norteamericanos considera que la situación del país no es buena, no responsabilizan de ella a Obama. Por eso puede convivir una alta imagen positiva del Presidente con una visión crítica de la marcha del país.

Sobre esa aparente paradoja trabajará Hillary que espera irse de Filadelfia habiendo recuperando su liderazgo en las encuestas. Hasta aquí, hizo en esta Convención, todo lo necesario para que así sea.

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés