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La inflación cayó, pero la “core” se aceleró a 3%

La aceleración de la famosa inflación subyacente es una señal de que el proceso inflacionario tiene su propia inercia que va más allá de los ajustes en las tarifas.

14 julio de 2016

Según el renovado IPC del Indec, los precios minoristas subieron 3,1% en junio, una cifra superior a la prevista por el mercado. Si bien supuso una reducción (bienvenida, por cierto) frente al 4,2% de mayo, el dato negativo es que la inflación subyacente (o “core”), denominada “IPC Núcleo”, se aceleró hasta 3%.

Eso constituye una señal de que el proceso inflacionario tiene su propia inercia que va más allá de los ajustes en las tarifas y que elproceso de “desinflación” al que venía aludiendo el BCRA en sus comunicados llevará más tiempo del previsto inicialmente. Hoy, se conocerá el IPC de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La reacción 

La interpretación de los economistas no fue positiva. Esperaban una cifra más cercana a 2% y, sobre todo, una “core” menor. A eso mismo apuntó Martín Polo, economista jefe de Analytica. “Me sorprendió el nivel de la 'core'”, dijo en diálogo con El Economista, y agregó que “las expensas, las tarifas y las prepagas, que explican 24% del IPC, son los capítulos que se aceleraron respecto a mayo”. La aceleración en ese indicador, complementó, “no marca tenden tendencia” ni “altera mi pronóstico para el segundo semestre”. Tampoco, sugirió, es un termómetro de lo que ocurre en todo el país.

“Baja la inflación para la tribuna, pero sube la inflación núcleo que miramos los economistas. Mala señal”, escribió Martín Tetaz en su cuenta de Twitter. “Definitivamente no fue bueno el dato

oficial de inflación de junio. Se lo mire por donde se lo mire”, complementó Consultora Ledesma.

El Gobierno

Si bien no hubo una reacción oficial, El Economista pudo averiguar que, en línea con lo que ocurrió con los economistas del sector privado, el número fue más alto que el previsto por el equipo económico. En rigor, Alfonso Prat-Gay planeaba una suerte de relanzamiento de su gestión tras conocerse el IPC, pero Jorge Todesca le aguó la fiesta y la pospuso, cuanto menos, treinta días más.

Sin embargo, en Hacienda y Finanzas Públicas confían en que la tendencia es a la baja (como, efectivamente, mostró el Indec) y que el primer mes del famoso segundo semestre entregará un IPC aún menor, aunque difícilmente “con un 1 adelante”, como le había dicho Prat-Gay a los diputados de Cambiemos hace algunos meses.

El desagregado

“Los bienes, que representan un 61,5% de la canasta, tuvieron una variación de 2,2%, mientras que los servicios, que representan el restante 38,5% tuvieron una variación de 4,5%, con respecto al

mes anterior”, informó el Indec en su comunicado. Asimismo, además de la suba de 3% en la inflación “core”, el Indec añadió que los “precios regulados” subieron 3,4% y los estacionales, 2,7%.

El relevamiento 

Cada mes se observa una cantidad aproximada de 83.000 precios en alrededor de 4.200 puntos de recolección. El relevamiento se efectúa todos los días hábiles del mes y abarca negocios tradicionales de distintos rubros, súper e hipermercados, empresas prestadoras de servicio, colegios y hogares inquilinos. El relevamiento se realiza de forma directa a través de la visita o contacto de un encuestador a cada establecimiento u hogar seleccionado.

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