El Instituto de Trabajo y Economía (ITE), de la Fundación Germán Abdala, mostró -en su Informe de Coyuntura de julio- que la caída de la actividad durante el segundo trimestre se dio de la mano de una esperada caída del consumo, pero sobre todo de un menor impulso del sector agro exportador.
Así como en el primer trimestre la caída del consumo fue compensada por el buen desempeño de la actividad agropecuaria, en el segundo la persistencia y el agravamiento de la merma en las ventas, coincidió con una menor liquidación de divisas del agro. Mientras en enero, febrero y marzo la liquidación de divisas informada por la Cámara de la Industria Aceitera había estado muy por encima de la registrada en el mismo período de 2015, con diferencias que llegaron a triplicar el desempeño del ejercicio anterior, en mayo se empezó a registrar un empate y en junio ya se vio que las liquidaciones caían incluso por debajo que las del mismo mes del año pasado.
Ese resultado comenzó a acentuarse una vez comenzado julio: en la primera quincena, indicaba una liquidación de menos de US$ 2.000 M, contra los casi US$ 3.000 M que se habían registrado en el mismo período de 2015. Junto con ese dato, la caída del consumo de 4,3% en junio, medida por el ITE, para terminar de explicar lo que sería una caída durante el segundo trimestre que lo convertiría en “el más contractivo de 2016 en términos de demanda”.
