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El laberinto de las tarifas

Qué dijeron los columnistas políticos durante el fin de semana.

18 julio de 2016

Joaquín Morales Solá, “Subió la imagen del Gobierno a pesar de los errores”, La Nación.

“O Mauricio Macri sigue de luna de miel con la sociedad o está cubierto por un misterioso manto que lo preserva del fuego de herencias ajenas y errores propios. La aprobación de su gobierno subió cuatro puntos durante el mes de junio, justo cuando estalló el escándalo por las tarifas de gas y electricidad y cuando la inflación demostró que es una bestia indomable. La esperanza de una mayoría social en el futuro y la durísima crítica al gobierno anterior parecen pesar más en el ánimo colectivo que las desdichas del presente.

“El riesgo es que el Gobierno crea, con estos números en la mano, que puede seguir administrando entre rectificaciones perpetuas o que los evitables precios políticos que paga son sólo simbólicos (?) “Esos escándalos morales tapan, por ahora, los errores que se cometieron con el sinceramiento de las tarifas, que era necesario -quién lo duda-, pero que requería de una especial precisión. Fue la decisión de Macri con más repercusión social y, sin embargo, el Presidente está pagando un precio político más alto cuando baja las tarifas que cuando las aumentó. Algo (o mucho) se hizo mal para que las cosas resultaran así. El cacerolazo del jueves fue poco significativo (había mucha militancia kirchnerista y otros críticos ideológicos del macrismo), pero cometerían un error si subestimaran la preocupación social por aumentos que ya no se sabe cómo son ni cuándo se aplicarán. El problema no puede quedar en manos de la Justicia; es un conflicto político que debe resolver la conducción política del país.

“Sin embargo, la aprobación a la gestión del Gobierno trepó del 56 por ciento en mayo pasado al 60 por ciento en junio, según mediciones de Poliarquía que se cerraron hace una semana. La imagen negativa de la gestión bajó cinco puntos: del 43 al 38%”.

Mario Wainfeld, “El regreso de Cacho y doña María”, Página 12.

“El macrismo no pudo sostener el tarifazo en toda su magnitud ni persuadir a la ciudadanía de la bondad de sus designios. Falló en un terreno que cultiva con denuedo y le es muy propicio: la publicidad y “la comunicación”. Traspapeló un principio básico de la aldea global: las imágenes quedan en la memoria o en los archivos de muchos actores. Macri quiso vestirse de asceta ecologista aconsejando restringir el consumo de gas farfullando banalidades sobre el medio ambiente, tema que desconoce de modo flagrante. Se dio de bruces con la foto que su equipo de asesores produjo mostrándolo de entrecasa junto a la primera dama Juliana Awada, pocos días ha, ataviados con la liviana camiseta de la selección de AFA. El afán original era transmitir la idea de una pareja común futbolera, engendrando empatía con la audiencia. Y, acaso, se logró en una franja apreciable de argentinos. Pero se le hizo búmeran cuando despotricó contra los que pasan el invierno “en patas y camiseta” en sus casas. Tal parece que se enteró de esos hábitos malsanos durante los timbreos de campaña. Quizás, el hombre que le contó sus costumbres derrochonas fue “Cacho”, el arquetipo que los asesores de imagen le inventaron a Macri. El interlocutor-vecino que junto a “Doña María” verbalizaban el sentido común del discurso de campaña.

“Por ahí, quién sabe, Cacho y Doña María se espantaron con las facturas de gas y cacerolearon el jueves. “La gente” conoce bien el metro cuadrado que la rodea y reacciona cuando se la perjudica brutalmente. Con este dato incorporado, la historia continuará”.

Ricardo Kirschbaum, “Las tarifas se convierten en gran desafío para Macri”, Clarín.

“Se puede hablar de tarifazo, que es lo que duele, casi sin hablar de crisis de energía, que es lo que hace que duelan las tarifas. Separadas ambas cosas, es difícil arreglar el huevo o la gallina. También se puede hablar de crisis de energía, la actual, casi sin hablar de que es más que una crisis, porque es ya una repetición histórica para el gas y para la luz.

“El riesgo mayor es la repetición porque siempre vuelve más enérgica. Es parienta en primer grado de la inflación. Como con el dólar, las tarifas se han usado para que a la inflación se la sienta menos, por un tiempo. Hoy las tenemos, como una vez le dijo Néstor Kirchner al empresariado español, poniéndonos a parir, con dolor y sin criatura (?)

“En la revisión de la decisión, habría que ver cuánto de este mal manejo devino de la balcanización del manejo de la economía. “La realidad es que sin energía, la recuperación es muy difícil. Importar gas vació de reservas al Central porque llevó a un déficit de la balanza energética de millones de dólares anuales, restados a la inversión para aumentar reservas de petróleo y gas.

“Dar marcha atrás tras una equivocación es también un valor positivo hasta que se convierte en costumbre. No es menor: dispara dudas sobre la solvencia y la habilidad de los actores. Ahora es el frío (al que se le ¡achacó! la causa) y el gas. En meses será el calor y la luz. El ajuste a aplicar pedía política, equidad y mejor comunicación.

“En el fútbol, como en la vida, se dice que jugar apurado no es jugar rápido. Todo lo contrario”.

Mauricio Maronna, “La peor semana del gobierno”, La Capital de Rosario.

“Concluye la peor semana del gobierno nacional desde el 10 de diciembre. Esta vez, los errores no forzados de la administración impactaron de lleno en el bolsillo de los argentinos, y eso no tiene retórica que lo neutralice. Y la retórica es mala, casi inexplicable. “El tarifazo de gas, que pegó bajo la línea de flotación, originó la primera protesta social, el jueves, que tuvo una motivación justa y una concurrencia relativa. Que el gobierno no tenga duda: el malestar por la gestión económica es muy superior en cantidad a los ciudadanos que se movilizaron haciendo algo de ruido.

“En ese nudo se explica la dualidad de las sensaciones. La mala performance en el terreno económico aún no tiene un frente homogéneo de rechazo por la necesidad popular de creer que hay una luz al final del túnel y por la sensación de grotesco permanente que trae la rémora del pasado presente, un oxímoron permitido por el revoleo de 9 millones de dólares hacia el interior de un monasterio y las cajas de Florencia Kirchner infladas de dólares (?) “Macri necesita ganar las elecciones de 2017 para intentar seguir gobernando. Y en ese objetivo, las provincias de Santa y Buenos Aires son madres de las batallas. Para eso necesitará dejar de lado las chambonadas económicas y apostar a que el peronismo le siga dando buenas noticias.

“Entre tanto timbreo de campaña que hizo ?y sigue haciendo el PRO?, el gobierno deberá escuchar el sonido de los timbres que empieza a pulsar la sociedad. Es la economía, Macri”.

Carlos Sachetto, “Macri ya tiene señales de impaciencia social”, La Voz del Interior.

“El gobierno de Mauricio Macri, haciendo gala de una alarmante imprevisión en sus políticas y exhibiendo divergencias internas que lo que menos hacen es transmitir confianza a la sociedad. El kirchnerismo, cayéndose de a pedazos al revelarse cada día nuevos y obscenos capítulos de una corrupción perversa que se burló del idealismo de millones de seguidores bien intencionados.

“El peronismo tradicional, intentando todavía -sin lograrlosacarse la mochila agraviante de los últimos doce años y queriendo (con temprano oportunismo) convertirse otra vez en una opción válida. La Justicia, o una parte importante de ella, otorgando evidencias claras de que la ley -sin vendas en los ojos- se orienta de acuerdo a cómo soplen en cada momento los vientos del poder.

“Esas son escenas que con abundancia de gerundios forman parte hoy del cuadro político de la Argentina. Se han convertido en un literal espectáculo que los ciudadanos contemplamos con una paciencia que no es ilimitada. Los protagonistas de la política, en especial los miembros del Gobierno, ya deberían saberlo y comprender las razones del ánimo social.

Las manifestaciones en contra del tarifazo que se produjeron la noche del jueves pasado pueden leerse como una señal de alerta producida por aquel descontento, pero también como el primer cachetazo a la gestión macrista”.

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