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El BCRA le ganó de mano al Indec: el PIB cayó 0,9% en el 2º T

Para 2017, pronostica un crecimiento de la mano del TCRM competitivo, menos inflación y más IED.

19 julio de 2016

por Mariano Cúparo Ortiz

En línea con el otro de los mandatos que tienen el BCRA, es decir, el sostenimiento y crecimiento de la actividad económica, el Informe de Política Monetaria presentado ayer por Federico Sturzenegger dio sus estimaciones sobre el PIB para el segundo trimestre: según la autoridad monetaria se registraría una caída del 0,9% interanual.

Para el primer trimestre el BCRA había publicado un crecimiento del 0,8% interanual lo que, según lo consignado por el propio informe, fue uno de los datos más certeros a la luz de lo publicado recientemente por el Indec, que fue un crecimiento de 0,5%. El dato negativo en el primer trimestre había sido la comparación desestacionalizada contra el último trimestre del 2015, que había dado una merma del 0,7%, confirmando la existencia de una recesión. En este caso, el desestacionalizado del segundo trimestre daría 0,3%, según consigno Sturzenegger durante la presentación.

La clave para entender estos datos se encuentra en un bajo consumo, medido por la caída del 3,6% en términos reales de la recaudación comparada con el primer trimestre; la merma del 3,1% de las ventas de supermercados y el tropezón del 2,8% de las ventas minoristas según CAME. Todo esto de la mano de una caída de los ingresos reales de los hogares.

También en un comportamiento heterogéneo de la inversión, con un crecimiento de la adquisición de equipo durable, tanto importado (3,1%) como nacional (5,6% creció la producción, según FIEL), una caída en la construcción privada y una suba de la pública.

Y también una mejora sostenida de las exportaciones con respecto a los niveles del año pasado, aunque 6,9% menor al del primer trimestre. Todo esto producto de dos comportamientos dispares: las ventas al exterior de productos primarios y de manufacturas de origen agropecuario cayeron en el trimestre 9,5% y 12,1%, respectivamente, mientras que las exportaciones industriales mejoraron 8,8%, aunque ese dato no se vio reflejado en la actividad industrial absoluta.

Las importaciones, por su parte, también crecieron, de la mano de una flexibilización comercial. Las industriales,

Estos datos no son menores para el BCRA. Si bien bajo la conducción actual se está privilegiando la política antiinflacionaria, el apuntalamiento del nivel de actividad no deja de ser una de las obligaciones de la autoridad monetaria.

Al respecto, el Informe de Política Económica sostiene, en lo que representa una gran ruptura con respecto a la anterior conducción, ya que pone al motor en la oferta más que en la demanda, y a la vez pone al potencial incremento del consumo como resultado de la caída de la inflación y no de la expansión monetaria: “El BCRA continúa esperando una recuperación de la actividad económica en lo que resta del año. El conjunto de políticas implementadas continuarán siendo una fuerza expansiva en el sector exportador. Las mejores condiciones de acceso y el menor costo del financiamiento internacional facilitarán la inversión, tanto pública como privada. El consumo privado aumentaría con la recuperación de ingresos reales de los hogares, a partir del descenso en la tasas de inflación prevista para los próximos meses”.

En esa línea, Sturzenegger presentó algunos datos que su conducción ve como alentadores de cara a un crecimiento futuro. En primer lugar destacó una mejora del TCRM (aunque con altibajos que hacen que esté peor que después de la devaluación) con respecto al año pasado, lo que según él se da gracias al tipo de cambio flotante, que permite ajustes automáticos cuando el resto del mundo se deprecia, y también una mejora, en este caso con una depreciación progresiva, del cambio con Brasil.

El otro dato en el que se apoya Sturzenegger para sostener su optimismo con respecto al nivel de actividad a futuro es una mejora que el BCRA vino verificando en la recepción de Inversión Extranjera Directa. “En el primer semestre, ingresaron más de US$ 1.300 millones por ese concepto, cifra similar a la contabilizada a lo largo de todo el año 2015”, sostiene el informe.

Esos factores, sumados a la recuperación esperada del consumo a medida que baje la inflación redundarían, según el optimista Sturzenegger en un crecimiento significativo a partir de 2017, en línea con la encuesta del REM, que pronostica un PIB incrementándose al 3,2%.

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