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Shell apuesta a los no convencionales

Un alto ejecutivo de la compañía angloholandesa a nivel global dijo que pondrán al shale en el centro de sus planes.

21 junio de 2016

La compañía angloholandesa Royal Dutch Shell pondrá a las energías no convencionales en el centro de sus planes de crecimiento en todo el mundo, según reveló a Reuters Greg Guidry, jefe del negocio no convencional del grupo.

En ese sentido, destacó que la compañía planea realizar pequeñas compras cerca de sus áreas existentes de esquisto en América del Norte, y espera poner en marcha una producción temprana este año en la formación Vaca Muerta.

En el país, la compañía que este año compró a la británica BG Group por US$ 47.000 M, tiene participación como operadora en tres bloques de Vaca Muerta (Sierras Blancas, Cruz de Lorena y Águila Mora) a través de su subsidiaria O&G Developments Ltd. S.A. Para los dos primeros, se le otorgó la concesión de explotación por 35 años y la firma planea invertir US$ 250 M en los próximos cinco años para la fase piloto, que implicará la apertura de nuevos pozos exploratorios en los próximos años y la construcción de una planta de procesamiento de 10.000 barriles por día, que se inauguraría hacia finales de este año. En Águila Mora, la compañía tiene una participación de 67,5%.

Al mismo tiempo, tiene participación también en los bloques La Escalonada y Rincón La Ceniza, que opera Total, donde también se construirá una planta de procesamiento.

En América del Norte, el otro gran foco de Royal Duth Shell, en los últimos años vendió la mitad de sus activos no convencionales en América del Norte por alrededor de US$ 4.000 M para centrarse en cuatro áreas en Estados Unidos y Canadá, al tiempo que redujo su lista de comprobación técnica para pozos de perforación de esquisto de 20.000 requisitos a menos de 200 y dio a los gerentes un control del proceso de producción desde la exploración al abandono de pozos, aseguró Guidry.

Como resultado, celebró el ejecutivo de la angloholandesa, la eficiencia de la división aumentó 50% en los últimos tres años, la producción creció 35% y el gasto de capital se redujo 60% a alrededor de US$ 2.000 M a US$ 2.500 M.

En ese marco, Guidry se mostró confiado en que el resto de Shell también coseche los beneficios del avance de la división de no convencionales. “El comité ejecutivo de Estados Unidos nos identificó como un catalizador para un cambio más amplio dentro de Shell”, aseguró en la entrevista.

Según el ejecutivo de la firma, su sector ya logró ponerse a la par de sus principales rivales en términos de productividad y eficiencia gracias a una campaña para reducir los costos de explotación de shale gas y oil y agilizar la toma de decisiones.

Sucede que, al igual que otras grandes compañías como Chevron y ExxonMobil, Royal Dutch Shell demoró en sumarse a la revolución del shale en Estados Unidos que tuvo su boom a mediados de la primera década del siglo y llevó a un incremento de 4 millones de barriles por día en la producción norteamericana entre 2008 y 2015, convirtiendo al país en autosuficiente en materia energética. Según Guidry, esa brecha que los separa de sus competidores se irá acortando en el futuro.

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