El éxodo en el bloque FpV, que quedó con 28 diputados menos desde el comienzo del año, no llegó a su fin y podría consumarse esta semana con la posible decisión del conductor del Partido Justicialista, José Luis Gioja, en desprenderse del FpV. La situación del exsecretario de Obras Públicas José López, detenido luego de que se lo encontrase con más de U$S 9 millones, y la del exministro de Planificación Julio De Vido, aceleró un proceso que se presuponía en la previa más lento.
La banca del Frente para la Victoria en diputados era uno de los mayores capitales con los que contaba el kirchnerismo. 99 diputados más once aliados que constituían la primer minoría de la Cámara Baja y el mayor bloque de oposición. El primer abandono y quizá el más resonante lo protagonizó el ex titular de la Anses Diego Bossio y el sindicalista Oscar Romero que, junto a doce diputados armaron el bloque Justicialista, al que luego se sumaron tres bancas más. El escándalo López, días antes a la votación de la superley precipitó en la partida del FpV de tres diputados misioneros y una semana después fue el turno del Movimiento Evita. “No se puede tener medias tintas sobre la corrupción”, dijo Leonardo Grosso al anunciar la partida de 6 diputados del movimiento que conducen Emilio Pérsico y Fernando “Chino” Navarro. De esta manera, el FpV queda integrado por 70 legisladores.
“No estoy de acuerdo con lo que hizo el Evita, con lo que hizo Bossio”, afirmó en una entrevista para el diario La Nación, Diana Conti, y señaló que “la honestidad está en renunciar a la banca”. Las palabras de la diputada kirchnerista no fueron bien tomadas por Pérsico, que no tuvo reparos en responder con la misma dureza: “Quienes en realidad deberían renunciar a sus bancas, son los responsables de la derrota”. El dirigente aseguró que “el bloque ya venía roto en las discusiones y las políticas que se venían desarrollando” y disparó contra la ex presidenta Cristina Kirchner: “Ella hoy no está conduciendo el bloque, está a tres mil y pico de kilómetros”. Semanas antes del anunció de la reforma electoral de Mauricio Macri, el ex director nacional electoral, Alejandro Tullio manifestó, en dialogo con El Economista, que “los mandatos son de los diputados, pero el tiene que tener un compromiso con el ciudadano que lo votó, a través de un instrumento que el ciudadano eligió, que es el partido o la alianza” y agregó que “la pertenencia o la organización dentro del Parlamento tiene que ser en función a los instrumentos electorales utilizados en la elección”.
La novela no termina. La última estocada la podría realizar el ex gobernador de San Juan. En la reunión del Concejo nacional del PJ del próximo jueves, Gioja anunciaría el bloque Partido Justicialista. Buscará que se encolumnen en su fila más de diez bancadas de extracción peronista alejada al kirchnerismo, como también un número importante del FpV y del bloque de Diego Bossio. La propuesta, recibiría el respaldo de gobernadores e intendentes. Era un proceso anticipado, que se formalizó en las últimas semanas por los escándalos de corrupción. La decisión de Gioja tiene un fuerte respaldo en la Cámara Alta, donde, de 39 escaños que integran el PJ-FpV, no superan el número de diez los senadores identificados con el kirchnerismo. La presidencia del bloque por parte de Miguel Angel Pichetto expuso desde el comienzo un gesto de “gobernabilidad” acompañando, con un respaldo de la mayoría, a los proyectos del oficialismo, como el acuerdo con los holdouts o los pliegos de la Corte.
