En las últimas semanas, fuentes gremiales denunciaron múltiples suspensiones en industrias santafesinas. Fue el caso de productoras de línea blanca, como Gafa y Bambi, y también de la planta Navarro de Acindar, donde se anunció la eliminación de uno de sus turnos. En diálogo con El Economista, el presidente de la Unión Industrial de Santa Fe (UISF), Alejandro Taborda, ratificó el panorama negativo en la provincia y explicó que responde a una conjugación de factores ?baja venta, suba de tarifas, presión tributaria, “desaparición” del crédito, reajustes salariales? que tiene como detonante el creciente aumento de productos importados. Taborda sostuvo que es necesario un “cambio de expectativas”: que, al contrario de lo que perciben hoy, los industriales adviertan un interés del Gobierno por la producción nacional .
¿Cómo ve el panorama productivo y laboral en la provincia de Santa Fe?
Muy preocupado, porque ya no es sólo un sector el que está comprometido por la falta de actividad. Más aún, hay algunos sectores que además de estar sufriendo la baja venta, la suba de tarifas, la presión tributaria, la desaparición del crédito, están muy afectados por la importación. La importación de productos, en el caso de la línea blanca por ejemplo, hace que las industrias tengan sus stocks al máximo y tengan que suspender personal. Esto se está viendo en varias actividades, desde la carne de cerdo y pollo, hasta las autopartes, donde las empresas tienen una doble dificultad: bajas ventas y encima competir con productos importados.
Este año se sumaron como un factor más las inundaciones en la provincia, que también habrán afectado la provisión de materias primas.
Totalmente. En la provincia de Santa Fe se perdió muchísimo, sobre todo en la primera cosecha: se estiman US$ 1.200 M de pérdida. Lo que es muy significativo para el circuito normal de la región. Fue una circunstancia en la que se destruyeron caminos regionales, donde muchos productores perdieron toda la primera camada de cosecha y muchos tuvieron inconvenientes también para alimentar los animales, a los tuvieron que malvender.
¿Qué políticas de recuperación e incentivo les han llegado desde el Gobierno provincial y nacional?
El gobierno provincial tiene una batería de ayudas, que son pequeñas porque se manejan a través de las Agencias de Desarrollo Regional: créditos chicos para productores con problemas. No se vio gran ayuda en cuanto a pasar este problema de la inundación, pero en cuanto a la industria la provincia tiene el Plan de Desarrollo Industrial Santafesino, en el que por primera vez ?hay que decirlo? se está trabajando en forma mancomunada con el gobierno, donde hay una línea de crédito aproximadamente de $600 M que es para inversiones productivas, la cual toma el crédito al 22% que tienen los bancos y a su vez bonifica 8 puntos la tasa, que es una muy buena ayuda. El problema es que son para encarar inversiones productivas, nueva adquisición de maquinarias, y en este contexto de poca actividad y competencia externa a precios que nosotros no somos competitivos es muy difícil que un industrial tome la medida de seguir invirtiendo.
¿Qué pasó con los subsidios Repro (Programa de Recuperación Productiva), ya que mientras el Gobierno dice que se continúan otorgando con normalidad, algunos empresarios señalan lo contrario?
Ningún programa se bajó, pero si se ha visto una relentización. Muchas empresas que lo tienen solicitado no tiene resolución y se les hace imposible gestionarlo. Si bien la línea no se cae no hay algo ágil como para que la empresa lo tomen rápidamente, y sabemos que la crisis no espera.
Aunque cada vez menos, el segundo semestre es señalado como el momento en que la economía repuntaría. ¿Qué pronóstico tiene usted en su provincia para la segunda mitad del año?
Mientras sigan estas políticas, que realmente no vemos que estén cambiando, no creemos que vaya a haber una recuperación. Si seguimos así hay sectores que directamente van a tener que reformularse, redireccionar algunos a la importación, otros a los servicios, porque evidentemente esta ecuación no cierra; los costos son altísimos, ahora tenemos un dólar que está bajo para algunas cosas y alto para otras. Evidentemente no vemos una recuperación rápida a pesar de nosotros, que vamos a seguir trabajando y vamos a seguir poniéndole el pecho a esta situación porque todos tenemos la infraestructura necesaria como para producir, pero realmente no vemos un segundo semestre positivo.
¿Ya se ha visto algún cierre de industria o por el momento todas están sobrellevando la situación?
Hoy por hoy el industrial está defendiéndose con el stock que tenía, con los ahorros que tenía, pero ya estamos en 4, 5, 6 meses de pérdida. Es una situación que no se puede mantener en el tiempo y tampoco hay a quién recurrir, porque no tenemos ventas ?si vendés, vendés a pérdida? y encima no podés recurrir al sistema financiero porque directamente sería un salvavidas de plomo ir hoy a un banco a tomar créditos a esas tasas.
¿Qué tipo de medidas esperan para que mejore la situación?
Teníamos esperanza en que salga la ley de pymes, pero se ve que no hay prioridad del gobierno porque ya va dos veces que pasa a segundo plano: una vez por la ley antiempleo y después con la de blanqueo y jubilaciones. Mientras la producción sigue esperando y no sé hasta cuándo puede aguantar una industria a pérdida y sin posibilidades financieras para recuperarse. Pensamos que lo que podría estar bien es un cambio de expectativas. Hoy por hoy, si uno observa fríamente la situación dice 'bueno, nadie quiere que produzcamos acá', porque está castigado el sector. Si vemos un cambio de expectativas y advertimos que al gobierno sí le interesa que se parduzca en argentina, uno podría tomar la decisión de ver cómo hacemos, como nos financiamos, cómo seguimos. Pero lo que vemos es una señal tras otra de que no hay interés en la producción nacional.
