El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, anunció ayer que el zoológico, ubicado en la zona de Plaza Italia, será transformado en un ecoparque en el que se irá reduciendo de forma paulatina la presencia de animales. “Así como está, con los animales en cautiverio, el zoológico no transmite los valores que queremos. Hoy apuntamos a una sociedad que valorice la sustentabilidad, que priorice el medio ambiente y este espacio ya no es la manera”, dijo Rodríguez Larreta, y agregó que “se trata de una estructura del Siglo XIX”.
El del zoológico se enmarca en una serie de proyectos que apuntan a modernizar la ciudad de Buenos Aires y volverla sustentable social, ambiental y económicamente, de cara a un futuro en el que se anticipa que la concentración urbana aumentará notablemente. Varias de esas propuestas fueron presentadas la semana pasada por funcionarios del gabinete porteño y nacional en el Foro de Megaciudades, organizado por la Cámara de Industria y Comercio Argentino-Alemana (AHK) y celebrado en el hotel Hilton.
En dicho evento tuvo lugar un panel titulado “Inversión y financiamiento”, del que participó Franco Moccia, ministro de Desarrollo Urbano y Transporte de la CABA. Moccia aseguró que Argentina tiene un “atraso gravísimo en infraestructura, problema que se basa fundamentalmente en la falta de inversión privada para la financiación de los proyectos” y destacó la “esperanza” que tiene el Gobierno local a causa de la reactivación del acceso al crédito. “Ninguna ciudad produce infraestructura únicamente con la generación de impuesto. En estos últimos ocho años podríamos haber hecho el doble de lo que hicimos si hubiéramos tenido acceso al crédito. Actualmente estamos realizando obras sin costo para el vecino, totalmente con inversión privada, cosa que hace siete meses era impensado”, subrayó.
Moccia repasó las principales obras públicas que el Gobierno porteño tiene proyectadas. En primer lugar, se refirió al Paseo del Bajo. Según dijo, se trata de una variante de la autopista ribereña que busca resolver la problemática del tránsito pesado (camiones y micros de larga distancia). La obra contempla la construcción de un túnel subterráneo que conecte la zona sur de la Ciudad con tres salidas en su extremo norte: el puerto, Retiro y la autopista Illia. Gracias a esta nueva arteria, el trayecto podría hacerse en mucho menos tiempo e implicaría una ventaja ecológica ya que “reduciría la contaminación y ahorraría dióxido de carbono porque los vehículos no deberán frenar y volver a arrancar”. Este trabajo requerirá de la inversión de US$650 M, financiados en conjunto entre la Nación y CABA, que se recuperará a largo plazo con el cobro de peajes, y comenzará a desarrollarse en diciembre.
Por otro lado, se crearán 60.000 m2 nuevos en microcentro, en sintonía con el proyecto de ciudad verde que la gestión macrista lleva implementando durante los últimos años. En tercer lugar, mencionó el Polo de innovación de Núñez: en el predio que hoy funciona el Tiro Federal se levantará un puente que integrará Ciudad Universitaria con Núñez.
Por último, se refirió la Plaza Houssay donde el Gobierno planifica ?siguiendo el concepto del Rockefeller Center? “hacer un agujero que deje hundido, pero con luz, comercios y espacios comunes que beneficiarán a los 170.000 estudiantes de la UBA que circulan en la zona”.
El Foro Megaciudades llevó a cabo también una mesa de debate sobre la gestión de los residuos en las ciudades. El concepto compartido entre los oradores que integraron la mesa de debate fue el de economía circular. “Los residuos no son basura, son recursos para utilizar. Cada corriente de residuos es una vía de insumos”, expresó Luis Lehmann, coordinador general para la Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación.
El que explicó el concepto detalladamente fue Pedro Del Piero, presidente de la Fundación Metropolitana. De la industria surgen nuevos productos ?explicó?, que son utilizados y separados en los hogares de los ciudadanos. Luego, debería existir una recolección diferenciada con sus respectivas plantas de tratamiento para, finalmente, derivar en tres caminos diferentes. Por un lado, el reciclaje de los residuos reutilizables para las mismas industrias a la hora de producir nuevos productos. Por otro lado, la generación de compost con los residuos orgánicos, que vuelven a la naturaleza, “generando nuevos recursos naturales útiles para las industrias”. Y, por último, la inevitable disposición final (deshecho sin utilidad reciclable). “Con una economía circular como esta, podemos reducir cinco veces lo que termina en disposición final”, aseguró Del Piero.
Del Piero reclamó con urgencia la disminución del enterramiento de residuos. En este sentido, Lehmann comentó que uno de los ambiciosos proyectos que su Ministerio está llevando adelante es el de basurales cero: hacia 2019, planean extender la cobertura de disposición segura al 80% (hoy es de 60%) y hacia 2023 de forma total.
Para marcar aún más la necesidad de planes de gestión residuos, Marcelo Rosso, gerente de Nuevas Tecnologías de la Coordinacion Ecologica Area Metropolitana Sociedad Del Estado(CEAMSE), ofreció algunas cifras. Actualmente, CEAMSE recibe 17.000 toneladas de residuos por día generados por 15,5 M de habitantes. Su proyección es que hacia 2030, habrá casi 18 M de habitantes generando 35.000 toneladas diarias de residuos. Como solución, planteó la construcción de plantas de termovalorización energética, “tecnología versátil que se adapta a todo tipo de recolección”, según Rosso. Su objetivo es disminuir la disposición final hacia 2030 y aumentar la reutilización. El ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, también estuvo presente en el Foro de Megaciudades, en el que participó del panel “Políticas públicas para ciudades inteligentes”. Dietrich presentó el plan “Más ciudades para la gente”, el cual prevé ?según dijo? la transformación de los espacios y los servicios de las ciudades para mejorar la conectividad, disminuir el transporte individual y privilegiar el uso del transporte público, ya que este permite mejorar la fluidez del tráfico y reducir la contaminación ambiental, entre otras medidas.
El ministro también hizo mención a la importancia de incorporar la tecnología a la gestión para generar más espacios de participación, en pos de construir “soluciones colectivas que puedan ser disfrutadas por el conjunto de la población”. “La forma que nos movemos en la ciudades demuestra nuestro compromiso con la mejora de la calidad de vida, y hacia eso nos dirigimos”, dijo Dietrich, y resaltó la importancia de comenzar a pensar en las ciudades del futuro hoy, aunque parezcan lejanas. “En diez años no queremos arrepentirnos de no haberlo hecho”, señaló.
