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“Las renovables son una política de Estado”

Entrevista a Doris Capurro, Presidenta de Luft Energía.

16 junio de 2016

Ex vicepresidenta de Comunicación y Relaciones Institucionales de YPF y actual presidenta de Luft Energía, Doris Capurro es optimista con respecto al futuro de las energías renovables en el país. “Va a haber una transformación de la matriz energética argentina”, asegura. Aunque advierte que “hay una demanda muy fuerte de garantías” y que existe “preocupación” entre los inversores por los “niveles de confusión” que hubo en la formulación del prepliego lanzado por el Gobierno, confía en que “están dadas las condiciones para que haya una concreción del interés de inversiones” que suscitó el proceso de licitaciones. “En la medida en que se corrijan algunas de las imprecisiones, va a haber una ola importante de inversiones. Soy sumamente optimista en que las renovables van a ser una realidad”, celebra.Los últimos meses suscitaron mucho interés en las energías renovables. ¿Cuál es el atractivo que despierta el sector?

Argentina es un país básicamente depediente de los hidrocarburos, del gas y del petróleo. Más de 86% de la energía que consumimos proviene de los combustibles fósiles, mientras que menos de 1% viene de las energías renovables. Sin embargo, como muestran todos los estudios no solo argentinos sino también internacionales, en Argentina somos líderes en potencial, tanto en viento en el sur del país como en Sol, en el norte. Pero a pesar de esa riqueza de la naturaleza, no hemos puesto en marcha estas energías y somos de los países menos desarrollados, incluso dentro de la región latinoamericana. Nuestro recurso natural nos da una posición competitiva impresionante para crecer. Y en segundo lugar, es el único tema en el que hay una política de Estado, un consenso en torno a una ley votada en el Congreso, redactada por quien hoy es el subsecretario de Energías Renovables (Sebastián Kind), junto con un equipo del Gobierno anterior y presentada por un ex senador del FpV (Marcelo Guinle). Es decir, hay acuerdo entre el gobierno saliente y el entrante de que hay que modificar la matriz energética y llevar a que en los próximos años 20% de la energía venga de los renovables. Por otra parte, en Europa el potencial de crecimiento en renovables es bastante limitado, por lo que los grandes jugadores estratégicos del sector y los grandes proveedores ven a Argentina como una oportunidad única, dado que en los próximos años el Gobierno va a querer desarrollar al menos 4.000 MW de energías renovables y en los próximos diez años debería haber 10.000 MW para cubrir las necesidades energéticas del país. Eso, trasladado a negocios, son más de US$ 20.000 M que se requieren de inversión, de desarrollo, de fuentes de trabajo. Hoy ya hay interés de los grandes jugadores estratégicos de Estados Unidos, de Europa, de Japón, de China, de Israel.

¿Qué hace falta para convertir esa ventaja comparativa en términos de recursos en inversiones concretas? ¿Qué piden los inversores que la consultan?

Se requieren reglas de juego muy claras, transparentes; hay una demanda muy fuerte de garantías que complican y ponen en duda la facilidad de todo el trayecto, pero creo que hoy están dadas las condiciones para que haya una concreción de este interés de inversiones. Hay un proceso ya abierto de convocatoria a una licitación que para el 22 de agosto, se largó un prepliego en el que nosotros solos levantamos casi 60 preguntas, consultas, observaciones o quejas consolidando las preocupaciones de todos los inversores con los que nosotros estamos trabajando, y hemos trasladado esas inquietudes al Gobierno para esperar que en el pliego definitivo, gran parte de esas preocupaciones puedan ser tomadas en cuenta.

¿Cuáles son esas inquietudes?

Son varias cosas. Tienen que ver con lo que se llama el off-taker, el contratante, que va a ser CAMMESA, las características de ese contrato, las garantías que el Estado ofrece de ese contrato, y varias consultas jurídicas sobre los plazos. Hay mucho interés, muchísimas dudas, hay cuestiones técnicas sobre los plazos en los que hay que empezar a proveer la energía, los imponderables, el castigo sobre los imponderables, que en algunos casos pueden no venir del proveedor. Está bien que haya habido una prórroga de esa consulta.

¿Qué evaluación se puede hacer del prepliego?

El nivel de garantías que pide restringe las ofertas solamente a los grandes jugadores. Esto tiene una argumentación, que es asegurar la ejecución de los compromisos que se asuman, porque nadie quiere tener ofertas que después no se concreten. Por eso son muy importantes las garantías, pero es cierto que restringen la oferta a los jugadores más estratégicos. Quizás en las próximas licitaciones se abra más, cuando el proceso ya esté en marcha. Por otro lado, hay muchas dudas sobre los criterios sobre a quién se le van a adjudicar las licitaciones, si tiene solamente que ver con el precio o tiene que ver también con la financiación. Además, parecería que se van a cobrar las garantías que da el Banco Mundial. Hay mucha preocupación de los inversores por los niveles de confusión que puede haber habido en la formulación del prepliego.

¿La cuestión de los precios y el financiamiento es lo que todavía genera duda sobre un eventual despegue del sector?

Estos proyectos basan su éxito en la capacidad de financiamiento. Las dudas sobre países como Argentina de parte de los grandes mercados de financiamiento existen, pero no creo que sean impedimentos; creo que los inversores están más atraídos por la oportunidad del negocio y el gran crecimiento que el área va a requerir tanto en Argentina como en el mundo. Los inversores tienen dudas, pero ven que hay tanto interés y que es tan grande la oportunidad del negocio que cuanto antes participen, mejor, porque los precios de los contratos de largo plazo van a ser más altos. En el mundo, se ha demostrado que se arranca con precios relativamente más altos pero en cada una de las licitaciones posteriores, los precios bajan, con lo cual, los primeros en presentarse, por más que sea más riesgoso porque todavía no está aplicada la curva de conocimiento y experiencia, van a tener una tasa de retorno más alta. A medida que Argentina avance en crecimiento, los precios van a bajar, con lo cual las rentabilidades también, pero al mismo tiempo las tasas de interés de financiamiento van a ser menores. Eso ha ocurrido en todos los países.

¿Se puede arriesgar una tasa a la que se vayan a poder financiar los proyectos?

Hoy estamos vinculados a las tasas que Argentina pueda conseguir como deuda en general, no va a haber una tasa muy particular para renovables. Creo que va a estar en la banda de la tasa a la que el Gobierno Nacional tomó deuda recientemente, pero tengo fe de que en la medida que el prepliego corrija algunas de las imprecisiones que tuvo va a haber una ola importante de inversiones para renovables. Soy sumamente optimista en que las renovables van a ser una realidad, va a haber una transformación de la matriz energética argentina. Va a ser uno de los temas en los que sí se va a canalizar la inversión en Argentina. De toda la reacción posible de inversiones extranjeras, las energías renovables son la primera con ofertas tangibles, porque hay proyectos, políticas de Estado, recursos indiscutibles, y una visión del país en línea con lo que pasa en el mundo de promover el cambio de la matriz energética. Va a funcionar, yo soy optimista.

¿En la región tenemos competencia?

En los demás países hay potencial y están mucho más desarrollados que Argentina. Uruguay tiene prácticamente ya desarrollada su máxima capacidad en energía eólica. Por eso los uruguayos y su experiencia están volcándose a Argentina, porque las empresas que han invertido, que tienen una cantidad importante de ingenieros con experiencia, están tratando de compartir su know-how con los desarrolladores de Argentina, que no tienen precisamente ninguna experiencia. No hay quien acredite en el país suficiente experiencia, salvo una empresa. Los países regionales están más desarrollados, Chile, Uruguay, Perú ya están en la curva declinante de precios a los que nosotros esperamos arribar en algunos años. Hoy, seguramente, las ofertas van a ser de precios más caros que los del resto de la región, pero tiene que ver con que es el inicio de esa curva de crecimiento.

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