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“La gente está entusiasmada, ha vuelto a confiar y a producir”

Entrevista a Gustavo Grobocopatel, Presidente del Grupo Los Grobo.

27 junio de 2016

A seis meses de la asunción de Mauricio Macri como presidente de la Nación, el campo argentino dio una vuelta de página impulsado por las modificaciones macroeconómicas, las cuales impactaron de lleno en el sector y le permitieron proyectar una mayor producción y una reactivación en las relaciones internacionales, aspectos que se reflejan en un fuerte aumento de las liquidaciones de divisas con respecto al año pasado y en los acuerdos con la Unión Europea y los Estados Unidos en materia de exportaciones. A este nuevo escenario y sus expectativas se refirió el dueño del Grupo Los Grobo, Gustavo Grobocopatel, quien en diálogo con El Economista dio su visión sobre lo que se viene a mediano y largo plazos y cuáles son los desafíos con los que se encuentra el empresario argentino en la actualidad.

En diciembre, el Gobierno Nacional quitó las retenciones para el maíz, el trigo, la carne y las economías regionales, y las redujo en un 5% para la soja. Además, eliminó las ROEs y terminó con el cepo al dólar. ¿Cómo evalúa el impacto de estos cambios en el sector agropecuario?

Creo que las modificaciones en las políticas que introdujo el Estado han generado un cambio de ánimo, o sea, la gente está entusiasmada, tiene un sentido, un futuro, ha vuelto a confiar, a producir rápidamente. Es verdad que creció el ingreso de divisas y se vio un efecto en lo económico. A veces en la gran ciudad no se sabe muy bien qué era lo que estaba pasando en el interior del país: toda la implosión de las economías regionales en los pueblos del interior, así como también en la Pampa húmeda. Pero de todos modos, yo diría que generó más impacto la suba del precio internacional que las medidas. A partir de ahora, los desafíos son enormes.

¿Cuál es su visión, como empresario, del futuro del campo argentino?

A modo de visión compartida, lo que estamos viendo y lo que se dice públicamente de la Argentina tiene que ver con el potencial que tiene y cómo vamos a crecer, y cómo ya estamos creciendo. También se destacan todos los desarrollos tecnológicos y cómo afecta la convergencia tecnológica. El campo argentino es uno de los lugares más fértiles, no sólo porque tiene pampa húmeda, porque tiene tierra negra, sino porque tiene un capital humano muy sofisticado, tanto por las propias capacidades como también por lo que se ha creado como colectivo, como activo colectivo de capacidad, que se expresa de distintas maneras: la capacidad de organizarse, de incorporar tecnología, de aceptar los desafíos, de adaptarse a los cambios y a las turbulencias. Veo entusiasmo. Yo creo que acá hay no solamente un propósito, hay una idea, un sentido de relevancia a nivel mundial sobre lo que podemos hacer y los desafíos están en cómo hacer este proceso inclusivo, para que esté la mayoría de la gente involucrada. Por supuesto que el campo, por si mismo, no va a resolver los problemas del país solo, pero podría ayudar en gran parte, puede ser un actor preponderante. Creo que en este país que tiene oportunidades, al que le va bien, el que tiene una gran responsabilidad deberá ir más allá de lo que está legislado. Esa responsabilidad tiene que ver con crear trabajo de calidad, con liderar, con construir un Estado de este tiempo. Es decir, las responsabilidades de los empresarios son mayores a las que dicen las leyes.

Se dice que es un momento de invertir, de apostar. ¿Qué falta hacer de aquí en adelante?

Creo que han empezado las cosas, ahora hay que consolidarlas. Obviamente hay que invertir muchísimo en infraestructura, seguir de cerca el tema de la integración al mundo: resalto los convenios con la Unión Europea para poder facilitar la producción con valor agregado y, por supuesto, la exportación de productos con valor agregado. Habrá que generar empleos de calidad y aumentar la productividad de la mano de obra a través de la educación, de la capacitación, muchas cosas. Impulsar el desarrollo tecnológico. Asimismo, se deberá mejorar la productividad y la competitividad, disminuir la burocracia y los costos, para así avanzar hacia la consolidación de un Estado de calidad.

¿El país puede crecer?

Sí. Yo creo que la Argentina puede crecer a corto plazo en cuanto a la producción y al valor agregado. Esto no lo decimos ahora, ya lo había dicho el gobierno anterior ,a pesar de que hizo todo lo contrario. Se dijo que se iba a poder hacer lo que se va a hacer: aumentar la producción en forma exponencial.

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