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Discusiones por el trono de la CGT unificada

A dos meses del congreso en el que se definirán las nuevas autoridades, las facciones cegetistas definen sus candidatos.

27 junio de 2016

Dos meses antes del congreso en el que está estipulado que se selle la reunificación de la CGT y a menos de un mes de dejar su cargo como líder de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, vetó a su hijo Pablo para sucederlo en la futura conducción. La discusión en torno a si dirigirá la central reunificada un triunvirato o un secretario general aún no está saldada, y mientras tanto, cada facción muestra sus mejores candidatos. Antonio Caló, por su parte, impulsa al diputado massista y titular del gremio de Sanidad, Héctor Daer, uno de los postulantes con más posibilidades.

“Juan Carlos Schmid es el hombre elegido por el consejo directivo de la CGT Azopardo para conducir a la futura CGT única. Agradezco los apoyos a Pablo, pero mi hijo no está para encabezarla”, afirmó Hugo Moyano el jueves pasado, en la extensa reunión que tuvo la conducción sindical de esa entidad de trabajadores. El anuncio del camionero descolocó a los dirigentes que insistían con la postulación de su heredero, como José Ibarra (Conductores de Taxis) y Leonardo Fabre (Asociación del Personal de los Organismos de Previsión Social).

El elegido de Hugo Moyano, es el secretario general del sindicato de Dragado y Balizamiento y, además, es titular de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y de la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (Fempirna). Aún así, debe lidiar con las críticas de quienes dicen que proviene de un gremio chico y tiene poca representatividad. En la reunión, Schmid dijo sentirse “honrado” por la designación y la posibilidad de conducir a millones de trabajadores y expresó que en el movimiento obrero “no hay gremios chicos o grandes sino compañeros”. Además, aseguró que no es un hombre “que sólo habla con los medios de comunicación, como afirman algunos”, sino que tiene “años de peleas y luchas”.

Héctor Daer, titular del sindicato de Sanidad es el postulante de la CGT Alsina, y una de las figuras que más apoyo interno podría colectar frente a la necesidad de elegir a un solo secretario general. Los moyanistas señalan que Daer no podrá dedicarse de tiempo completo a la actividad sindical, por su cargo como diputado, al que el líder de Sanidad ya dijo que no renunciará.

“Es un orgullo que algunos compañeros piensen que puedo ser secretario general de la CGT pero la prioridad es la unidad”, dijo ayer Daer, y señaló que la reunificación “es imperiosa para que sea el instrumento de la interlocución social, porque si no vamos a estar debatiendo quién es más corrupto y las políticas para los más vulnerables van a seguir faltando”. Para el legislador, es necesario que el sindicalismo revea “qué es lo funcional al colectivo del movimiento obrero” y lograr “tener esa capacidad de reunir organizaciones sindicales que sean las que tiene historia, dirigentes de peso y a partir de ahí encontrar la mejor fórmula para la conducción”.

El candidato de la CGT Azul y Blanca no ha sido confirmado aún, aunque podría ser Carlos Acuña, titular del gremio de trabajadores de estaciones de servicio.

La conducción de la central obrera unificada terminará de definirse el próximo 22 de agosto en un congreso que se realizará en la sede de Obras Sanitarias, pero la discusión se encuentra en plena ebullición. El mecanismo de la conducción colegiada suma adeptos como método de transición, aunque genera dudas respecto a la posibilidad de que exacerbe las pujas internas.

Todavía queda resolver, además, la tensión con el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), que reúne a más de 50 sindicatos y exige la conformación de un cuarteto para instalar al hombre fuerte de la Unión Ferroviaria, Sergio Sasia, en la cuarta silla.

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