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Con la baja de retenciones el agro ganó US$ 8.115 M

Las medidas del Gobierno beneficiaron al sector pero generaron subas de precios al consumidor.

06 junio de 2016

A seis meses de la asunción de Mauricio Macri, el campo parecería ser el sector con mejores perspectivas en materia económica. Es que las políticas que aplicó el Gobierno Nacional, tales como la baja de retenciones y la eliminación del Registro de Operaciones para la Exportación (ROEs), en conjunto con la devaluación del peso, le otorgaron a la actividad beneficios que se vieron claramente reflejados a través de un incremento en sus ingresos totales, pero que también se tradujeron en aumentos de precios sobre los alimentos en las góndolas. Al menos así lo señaló un informe del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano, que aseguró que el agro ganó una suma de US$ 8.115 millones en lo que va del año gracias a las medidas que introdujo el Poder Ejecutivo en diciembre de 2015, lo que representa el 26% del valor agregado por el sector o, en otras palabras, un cuarto de su contribución a la economía nacional.

El informe se basó en la suba del valor de los productos agropecuarios ? derivados principalmente del trigo, maíz, girasol y carne vacuna ? en los supermercados entre fines de noviembre del año pasado y fines de abril de 2016, “suponiendo que en tal período se trasladó todo el efecto de la apertura del tipo de cambio y la modificación en las retenciones”. En tanto, se multiplicó ese beneficio bruto unitario por la producción estimada para cada uno de los segmentos por los organismos oficiales, como la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y su par de Rosario, la BCR. Con ascensos que fueron de $ 1.318 por tonelada a $ 2.582 para el trigo; de $ 1.165 por tonelada a $ 2.290 para el maíz; de $ 2.127 por tonelada a $ 4.533 para el girasol y de $ 8.636 por cabeza a $ 9.423 para el ganado bovino, el estudio demostró que la ganancia alcanzó los $ 117.662,80 millones, de los cuales el 50% corresponde a la devaluación y a los cambios de carácter impositivo, factores que influyeron además en la cantidad de hectáreas a sembrar de cara a la nueva campaña 2016/17, que ya dio señales de un fuerte incremento en lo que se refiere a los cereales de verano, que crecerán entre el 30% y el 35% con respecto al ciclo previo.

Producción versus consumo

En economía se ha desarrollado una literatura referida a la llamada 'maldición' de los recursos naturales. Se refiere a la paradoja de que muchos países bien dotados por la naturaleza no han logrado un desarrollo económico significativo. En el caso de Argentina, aquella 'maldición' tiene una particular expresión. La abundancia de tierras fértiles se ha traducido en una facilidad para la producción agropecuaria de clima templado. Históricamente, el país ha sido uno de los principales exportadores de dichos productos. Pero -y aquí radica la 'maldición- esos mismos bienes son los que, con la excepción de la soja, constituyen el núcleo de la canasta de consumo de la población”, explicó Víctor Beker, autor del trabajo.

En ese sentido, el especialista del CENE se refirió al gobierno de Cristina Kirchner y analizó que su gestión “creyó resolver el problema restringiendo severamente los envíos al exterior de estos productos y dejando libre sólo la de soja. De esta forma, desvinculó los precios internos de los internacionales para los bienes cuya exportación fue cuotificada. Ello llevó a fuertes caídas en la producción de aquellos productos en beneficio de la oleaginosa”. A modo de comparación, Beker destacó que la dirección que tomó la administración actual “apuntó a revertir la situación” con un alza en los precios que posibilitó un crecimiento para los productores, aunque también significó “una mala noticia para los consumidores”.

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