A poco más de un mes de su anuncio, y en casi tres semanas de tratamiento parlamentario, el Gobierno logrará hoy un importante avance, superando todas las expectativas, cuando se trate en el Senado la ley ómnibus. Cambiemos cuenta con el respaldo para darle la media sanción restante con un fuerte acompañamiento de la oposición.
“Los jubilados no pueden esperar” había exigido Mauricio Macri cuando presentó el “Programa de Reparación Histórico”, el proyecto que declara la emergencia en litigiosidad previsional que le permite al Gobierno acordar al pago de juicios de los jubilados. La iniciativa incluye la actualización de los haberes y la pensión universal. Fuera del plano jubilatorio, la conocida como ley ómnibus está compuesta además por el polémico blanqueo de capitales y el acuerdo con las provincias. Nicolás Massot, jefe del bloque PRO en Diputados, había anunciado que el proyecto iba a estar aprobado para mediados de julio.
En la Cámara Baja, logró su aprobación por el acompañamiento del Frente Renovador y el bloque Justicialista, entre los bloques mayoritarios, que acordaron modificaciones para negociar su postura. Para evitar posteriores demoras, en la madrugada en la que la superley recibió media sanción, el oficialismo reunió a representantes de la oposición de las dos Cámaras del Congreso para acordar los cambios. Entre los principales, a pedido de los gobernadores, se arregló el compromiso del Ejecutivo Nacional de hacerse cargo de los deficit de las provincias con las cajas jubilatorias. Sería por siete años y medio y para las trece provincias que nunca transfirieron sus cajas. Otro de los cambios exigidos por la oposición fue la exclusión del blanqueo para los funcionarios públicos ?y sus familiares? de los tres poderes del Estado en los tres niveles de gobierno: Nacional, provincial y local. Con amplio respaldo, el Senado aprobará hoy la superley
El tratamiento en el Senado fue rápido, lo que demostró que la negociación ya estaba trabajada y el respaldo era mayoritario. Apenas dos plenarios de comisión bastaron para aprobar dictamen de mayoría. “El proyecto es realmente importante para las provincias que representamos aquí en el Senado”, había declarado días atrás el jefe del bloque PJFpV de la Cámara Alta, Miguel Angel Pichetto. Hoy, en la votación “en general”, la superley será acompañada por más de la mitad de los 39 senadores que integran la bancada presidida por Pichetto, sumando a otros bloques de la oposición cercanos al massismo y representantes de las provincias.
“Acá hay una extorsión del Gobierno Nacional a las provincias y a su vez a los senadores para que acompañen determinadas leyes a cambio de mandar los fondos que necesitan las provincias”, denunció la senadora kirchnerista María Ester Labado en dialogo con El Economista. Para su compañera de banca Marina Riofrio está práctica “era muy cuestionada desde todos los ámbitos y hoy parecería moneda corriente”, y agregó que “no me parece correcto pero se puede entender desde la política”. Las críticas por la oposición serán similares a las expresadas por los diputados, la diversidad de las temáticas abarcadas en el proyecto, mezclar el pago a los jubilados con el blanqueo, y la celeridad que impuso desde el oficialismo desde el inicio del tratamiento.
Labado y la senadora misionera, que conforma un unibloque, Sandra Giménez, presentarán cada una un dictamen de minoría, representando los dos únicos rechazos concretos a la ley enviada por el Ejecutivo.
La sesión comenzará a las 14 horas, luego de la labor parlamentaria. El Gobierno consolidaría sus alianzas en el Congreso y lograría aprobar una de las leyes más complejas en lo que va de la gestión de Mauricio Macri.
