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Bonos con rendimiento mayor a la inflación

Los bonos que ajustan por CER, condenados al ostracismo, pueden volver a ser un instrumento interesante con la normalización estadística.

06 junio de 2016

por Matías Daghero (*)

Desde hace ya varios años (o, por qué no, al menos una década) que el gran enemigo de los ahorristas tiene un nombre claro: inflación. Nos encontramos en uno de los países con mayor inflación (comparándonos con números similares a casos de países en guerra o Venezuela), en un mundo que el problema reside más en torno a cómo evitar la deflación y bancos centrales buscando efectuar una alquimia en sus políticas monetarias para lograrlo.

Estos elevados niveles de inflación dificultan enormemente a los ahorristas al momento de buscar que su capital no disminuya o se erosione. Números de rendimiento mayores al 34% como el que rinden las famosas Lebac suenan increíbles y casi como de otro planeta cuando el mismo es comentado a extranjeros. Quizás suenen igual de extraño como el caso de los créditos hipotecarios en Dinamarca que, al tener tasa negativa, pagaron a los endeudados en lugar de cobrarles intereses. Sí, leyó bien. Se le pagó a quién tomó un crédito hipotecario. ¿Se dará alguna vez esto en la Argentina? Es algo que parece mucho más cercano a la ciencia ficción que a la realidad y, aunque cueste entenderlo por estos lados, también habla de una situación que no es buena para la economía.

Pero, a pesar de la elevada inflación, siempre existen instrumentos de inversión para enfrentar la misma. En este primer semestre, el dólar fue un claro perdedor frente a la inflación al igual que la gran mayoría de las acciones. Las Lebac podríamos decir que, mirando las tasas promedio de cada mes y los índices de inflación (un mix entre el de la ciudad de Buenos Aires y el de San Luis, a la espera de que se publique el del Indec a partir del 15 de junio) tuvieron una leve pérdida o un empate.

Pero en este nuevo contexto en el que la inflación tendería a descender y que volvemos a recuperar el instrumento de medición (el índice del Indec), existen instrumentos que fueron creados para ahorristas que buscan conservar el valor de capital y, por qué no, obtener una pequeña ganancia en términos reales (esto es, mayor a la inflación). Me estoy refiriendo a bonos que ajustan por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER). Los bonos que ajustan por CER fueron condenados al ostracismo debido a los cuestionamientos que recibió durante años el Indec respecto de los números que publicaba. Este año recibieron un nuevo golpe cuando se optó por utilizar el IPC San Luis en lugar del de la Ciudad de Buenos Aires (que, fruto del aumento de tarifas de servicios públicos, arrojaba un ajuste mayor). Pero, de normalizarse el Indec, los ahorristas recuperan un muy útil instrumento. Alguien que tuviera el capital para el anticipo y quisiera acceder a los nuevos créditos hipotecarios pero que prefiere esperar a que descienda la tasa de inflación y se normalice la situación del mercado inmobiliario puede encontrar en ellos una opción a analizar.

Varios analistas financieros y departamentos de research están recomendando empezar a tomar posición en los mismos. Actualmente, el rendimiento de estos bonos alcanza hasta 5% encima de la inflación que reporte el índice del Indec, lo que resulta más que atractivo para un inversor. Y este porcentaje de rendimiento podría reducirse para ser más similar al de nuestros pares latinoamericanos, otorgando ganancias de capital a los inversores. Si observamos la curva de rendimientos de estos bonos y los comparamos con los bonos en dólares nos encontramos con que los bonos que ajustan por CER tienen un rendimiento menor que los bonos en dólares.

Esta situación era completamente al revés hace un año. Esto podría estar diciéndonos que los inversores no esperan que el dólar le gane a la inflación en los próximos meses (por eso se exige un mayor rendimiento) y que los bonos que ajustan por CER serían una buena alternativa para los ahorros. Como siempre, en un país no muy afecto a respetar los contratos y modificar las condiciones de emisión, el riesgo en este instrumento estáen torno a la veracidad del índice de inflación publicado por el Indec y que es utilizado para el cálculo. (*) Autor del libro “Con los $ que tengo, ¿qué hago?”.

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