El Banco Central Europeo responderá a cualquier turbulencia que pueda causar la votación británica de mañana pero en general se apegará a su libreto actual, dijo ayer el presidente del organismo, el italiano Mario Draghi.
“Estamos listos para actuar usando todos los instrumentos disponibles dentro de nuestro mandato (...) en particular, el BCE está listo para todas las contingencias después del referendo del Reino Unido por la UE”, sostuvo el funcionario.
Más allá del Brexit, el banco mantendrá su programa en curso, que incluye compras de bonos por 1,7 billones de euros y tasas negativas, entre otros aspectos, ya que considera que la zona euro está recuperándose, señaló Draghi.
Pese a los pedidos de algunos sectores para que expandiera fuertemente el estímulo monetario, el BCE encontró un camino más moderado este año, con el lanzamiento de compras de bonos corporativos y la asignación de préstamos baratos a los bancos para que aceiten la economía real.
“Prevemos que más firmas, incluyendo compañías medianas, podrán acceder a esta fuente de financiamiento externo en el futuro cercano, a medida que se expande y profundiza el mercado para la deuda de las empresas”, dijo el jefe del BCE.
En el polo opuesto de los reclamos de más laxitud por parte del organismo, la calificadora Standard & Poor´s dijo que su expansión monetaria había aletargado las reformas estructurales que deben emprender los países de la zona euro para fijar una base sólida de crecimiento.
