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Fideicomisos inmobiliarios, una buena opción

Una opción para invertir en el sector si no se dispone de mucho capital. ¿Cómo son los mecanismos, los retornos potenciales y los riesgos?

10 junio de 2016

por Dolores Ugarte

A rgentina abrió sus puertas a los mercados internacionales este año y, en respuesta, comenzaron a llegar las inversiones a diferentes sectores. El rubro inmobiliario se presenta como la evidencia más significativa de ello, ya que cuando se habla de América Latina, los inversores extranjeros señalan al contexto local como uno de los destinos principales para su capital en este sentido, junto con Estados Unidos, México, Chile y Brasil.

El principal incentivo es la posibilidad de repatriar utilidades al exterior ante el levantamiento del cepo cambiario en diciembre y, si bien el interés ya se hace sentir, los expertos aseguran que 2017 será un año incluso mejor para la actividad inmobiliaria.

El boom de precios

Según datos de la consultora especializada Reporte Inmobiliario, en relación con el año pasado, el precio promedio de los inmuebles en oferta desde el pozo se incrementó casi 11% en dólares, lo que establece un avance récord. Actualmente, los metros cuadrados en construcción se ubican casi en 111.000, lo que representa un avance cercano al 38% con respecto a un año atrás.

En el sector se proyecta que durante el segundo semestre de 2016, los precios de las propiedades podrían subir al menos 15%, debido al impulso que recibirá la actividad de los nuevos créditos hipotecarios del Gobierno y las ganancias que pueden volcarse desde el campo a las inversiones inmobiliarias producto de los sojadólares.

Ante tan buenas perspectivas, ¿cómo puede el ahorrista participar ahora y aprovechar el potencial avance augurado?

Una alternativa al alcance

Los fideicomisos inmobiliarios brindan ventajas significativas a la hora de invertir en el sector si se aborda de manera correcta. Un fideicomiso inmobiliario es un contrato celebrado por escritura pública, a través del cual una persona (el fiduciante) transmite la propiedad fiduciaria de un grupo de bienes determinados a otro (fiduciario). En el marco del acuerdo, este último está obligado a ejecutarlo en beneficio de quien se designe beneficiario y a transmitirlo al cumplimiento de un plazo o condición establecidos al fiduciante o beneficiario.

Esta alternativa sirve para desarrollar emprendimientos inmobiliarios con fondos de terceros. En esa dinámica, los inversores son los fiduciantes que aportan el capital para comprar el terreno y encarar los costos de la construcción.Ahora bien, llevando todo esto a la práctica, ¿cómo se puede acceder a este tipo de instrumento en el ámbito local sin mayores complicaciones?

Uno de los servicios que permite participar en el sector de real estate invirtiendo una cantidad razonable de plata es la plataforma Crowdfunding Inmobiliario Argentino (CFia). La misma opera con una modalidad de microinversión en la que se venden propiedades, en el marco de la integración de un grupo de hasta 10 inversores por cada uno de los inmuebles. Esta plataforma entró en funcionamiento en marzo y a través de ella cualquier individuo puede invertir en los proyectos ofrecidos en el sitio crowdfunding. com.ar de manera confiable. Este sistema colectivo funciona por medio de un fideicomiso administrativo por medio del cual cada participante es dueño del 10% de la propiedad en cuestión (como mínimo). Al tratarse de un máximo de 10 personas por cada inmueble, existe un mayor margen de potenciales participantes. Aquellos interesados pueden acceder a la información detallada que corresponde a los proyectos inmobiliarios a través de la web de CFia o consultar a un agente de inversión de la misma. Posteriormente, el dinero invertido ingresa al fideicomiso citado, en sintonía con la propiedad seleccionada y los individuos pueden monitorear los avances del proyecto sin complicaciones. Una vez culminado el proceso, el inmueble pasa a una etapa de comercialización y, al concretarse su venta, los inversores pueden retirar su capital, además del retorno generado. Este ciclo puede tener lugar en un período de entre dos y tres años en promedio. El rendimiento se calcula entre 20% y 30%, e incluso más si las condiciones del mercado al momento de la venta de la propiedad son más favorables que las actuales. Al mismo tiempo, existe la posibilidad de reinvertir las ganancias en nuevos proyectos. De seguir esta dinámica acumulativa, al cabo de 8 o 9 años un inversor puede llegar a ser dueño del 100% de una propiedad. Claro está que, como toda inversión, este instrumento acarrea riesgos sujetos a la dinámica de la oferta y demanda en el segmento inmobiliario, así como el ir y venir en los precios de las propiedades. Sin embargo, se trata de una oportunidad que hace más viables los negocios en el sector para aquellos que no disponen de un gran capital en momentos en que el país presenta excelentes perspectivas para el sector.

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