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Todavía faltan dólares, pero hay financiamiento

02 mayo de 2016

Por Martín Polo (Economista jefe de Analytica)

El viernes a última hora el BCRA publicó los resultados del Balance Cambiario correspondientes al primer trimestre del año. Es un informe de suma importancia pues da cuenta de las divisas que ingresaron y salieron en los tres meses posteriores a la devaluación, salida del cepo y unificación cambiaria. El análisis de los resultados permite afinar el lápiz en cuanto a lo que puede venir en materia de tipo de cambio y reservas internacionales.

La primera lectura da muestra que, pese al ajuste del tipo de cambio y unificación del mercado cambiario el balance sigue mostrando resultados negativos, es decir que salen más divisas de las que ingresan. La buena noticia es que muestra una importante mejora respecto a los a los obtenidos cuando actuaba el cepo y las demás restricciones en el mercado cambiario, la tendencia que muestran son mucho más alentadoras que permiten augurar un futuro menos tenso y más promisorio para las cuentas externas.Concretamente, en los primeros tres meses del año el resultado del Mercado Unico y Libre de Cambios (MULC) marcó un déficit total de más de US$ 2.600 M que, si bien resultó 40% mayor al del mismo período del año pasado, fue notablemente más bajo al de los últimos dos trimestres del año pasado en los que promediaron una salida neta promedio de más de US$ 6.500 M.

El resultado negativo del balance cambiario obedeció principalmente a que, ya sin limitaciones a la compra de divisas, la salida de capitales del sector privado se disparó a US$ 4.200 M, por el déficit de US$ 2.100 M y en menor medida por los pagos netos de utilidades e intereses por USD750 M que no pudieron ser compensados por el superávit comercial liquidado de US$ 3.300 M e ingresos netos de inversiones y préstamos por casi US$ 1.000 M.

La recomposición del saldo comercial dependió del ingreso de agrodólares, parte de los cuales fueron por adelantado por lo que en el futuro dependerá de la capacidad de reacción de los demás complejos exportadores y del financiamiento que obtengan los importadores para estirar los plazos de pago. Los ingresos por préstamos e inversiones de no residentes, tuvieron una leve mejora en el trimestre aunque en marzo se notó que, en el contexto del acuerdo con los holdouts y mejor clima financiero global tuvo un importante repunte que podríamos esperar que se ratifique en los próximos meses.

En cuanto a la cuenta de viajes, si bien sigue un importante lastre para el balance cambiario, en el margen se nota cierta mejora de la mano de la aceleración de los cobros (es decir, los turista ahora liquidan sus divisas en el mercado oficial y no en el paralelo) mientras que los pagos se estabilizaron.

Finalmente, la fuga de capitales del sector privado, que durante la primera presidencia de CFK se llevó gran parte del superávit comercial (lo cual derivó en el peor error de política económica que fue el cepo), sigue siendo la principal fuente de salida de divisas con lo cual el desafío del gobierno será evitar que siga subiendo y lograr bajarla. Está claro que para lograrlo, el Gobierno deberá lograr la credibilidad del peso y eliminar las expectativas de devaluación.

Así las cosas, la salida del default y la apertura financiera serán la clave para lograr una reactivación en el nivel de actividad sin tensiones en el mercado de cambios. El mayor ingreso de capitales, permitirá abastecer de divisas al mercado de cambios al tiempo que su consolidación, bajo un contexto de tasas de interés reales positivas e inflación en baja, serán las claves para disuadir las expectativas de inflación. Son tiempos de cambios. Es hora de aprovecharlos.

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