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Sigue la pelea entre Monsanto y el Gobierno

Después de que la multinacional expresara su decepción, el Ejecutivo salió a aclarar su postura.

19 mayo de 2016

El conflicto entre la estadounidense Monsanto con el Gobierno Nacional comenzó hace varios meses y tocó su punto más alto el martes, cuando la multinacional emitió un comunicado en el que manifestó “decepción por la falta de consenso en las recientes conversaciones mantenidas con el Ministerio de Agroindustria”. Sucede que la cartera que conduce Ricardo Buryaile se opuso al cobro de regalías que la firma ejercía sobre los productores que utilizaran su tecnología de soja Intacta y publicó una normativa que dejó sin efecto la medida, lo que desembocó en la suspensión del lanzamiento de los nuevos productos de la multinacional, dentro de los que se incluye la soja Roundup Ready 2 Xtend, uno de los más empleados por el sector agropecuario.

En este marco, y sobre la base de la Resolución 147 que establece que las empresas deben obtener autorización para validar los métodos de detección de Organismos Genéticamente Modificados (OGM), el Ejecutivo aseguró que “no entiende” la reacción de Monsanto, y aclaró que la compañía “no inició hasta el momento ningún trámite ante el Ministerio de Agroindustria, como estipula la dependencia nacional en materia de fiscalización de granos y cobro de canon por fuera de los canales tradicionales”. Es que para Brett Begemann, CEO de la estadounidense, el procedimiento de la Argentina no es “aceptable”. “A pesar de que el Gobierno reconoció que estaba comprometido a apoyar un entorno propicio para la inversión y el desarrollo a largo plazo de la agricultura a través del reconocimiento de los derechos de propiedad intelectual y el respeto de los contratos privados, las recientes acciones no son coherentes con esa posición”, consideró, y destacó que “es necesario tanto respaldar como apoyar activamente estos principios básicos; para crear un ambiente de negocios previsible, que invite a la inversión extranjera”.

De todos modos, Begemann declaró que, pese a su preocupación por los acuerdos privados, Monsanto mantendrá “su compromiso de dialogar” con el país, tal como lo demostró en su última visita a Buenos Aires, cuando fue recibido por Ricardo Buryaile y Marcos Peña, quienes le recalcaron que no cederían ante las presiones y que defenderían en primer lugar a los productores. La postura del Gobierno es entendible si se toma en cuenta que el campo es en este momento el principal proveedor de divisas, y es por eso que Macri decidió otorgarle la quita de retenciones y la eliminación de ROEs apenas asumió. Sin embargo, la tirante relación con la gigante norteamericana podría traerle más de un dolor de cabeza cuando ya se estaban por concretar el ingreso de carnes y limones nacionales a EE.UU.

Habló la Sociedad Rural

La entidad que conduce Luis Miguel Etchevehere se sumó a la pelea y aseguró que “Monsanto sigue demostrando una actitud soberbia y caprichosa”. “Lejos de tener voluntad para encontrar soluciones, intentó imponer un camino ajeno a la legislación vigente y desconoció recientes disposiciones oficiales”, expresó en relación a la disposición vigente impuesta por el Gobierno. En ese sentido, para la SRA, “en ningún momento la empresa tuvo voluntad para querer encontrar una solución”.

“Celebramos los avances tecnológicos que distintos actores relacionados con el campo generan y que benefician a la cadena de valor agropecuaria en su conjunto. Es necesario que esas investigaciones tengan un reconocimiento justo, al momento de adquirir la tecnología. Lo que no puede permitirse es el abuso de una posición dominante, y la imposición unilateral de condiciones que afectan los derechos alcanzados y consolidados por los productores argentinos”, expresó.

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