A partir de la semana próxima, el Gobierno debatirá en el Congreso un paquete integral de leyes con el que pretende retomar la iniciativa, ganar terreno en términos de agenda política y generar un mecanismo que permita reactivar la economía con impacto social importante. Los proyectos incluyen el blanqueo de activos, pago de juicios a los jubilados y, eventualmente, la derogación de la ley que prohíbe la venta de acciones de la Anses en empresas privadas. Serán anunciadas hoy, a las 10 e ingresarán a la mesa de entrada de la Cámara de Diputados entre el lunes y el martes próximo, donde serán girados a las comisiones correspondientes.
La idea del Ejecutivo es potenciar los proyectos con ese tratamiento conjunto. Por ejemplo, para que el blanqueo no sea considerado un “perdón” indebido para aquellos que no cumplieron con el Fisco (“que sea amplio y caro”, advierten) y que tenga una afectación específica, con beneficios sociales concretos. El hecho de que se haga hincapié en el pago de los juicios previsionales no parece casual en ese sentido. La necesidad de consenso no es un dato menor en la discusión. El Gobierno está obligado a sumar espacios opositores para obtener mejores resultados con el blanqueo mismo al darle mayor seguridad a los que exterioricen activos de que no habrá cambios en el futuro y para superar el “mal trance” de la ley antidespidos. El rol que tengan los gobernadores, en ese sentido será clave. Incluso, respecto de la negociación de obras y recursos para sus provincias.
Jubilados
En el tema del pago de los juicios previsionales, el oficialismo adelantó que el dinero saldrá de lo que ingrese por el blanqueo. “Vamos a financiar esa deuda con la contribución que tienen que hacer los que más tienen en Argentina, y que hasta ahora no han contribuido impositivamente con una parte de sus recursos”, declaró el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, por Radio Mitre, dando algunas pistas respecto del anuncio de hoy.
Por lo que se sabe hasta aquí, el blanqueo de capitales tendrá contenidos diferentes al propuesto por el kirchnerismo hace tres años. Según anticipó el titular de la AFIP, Alberto Abad a El Economista, el blanqueo será “caro y amplio”. Esperan un tratamiento rápido, una tasa alta y que no quede restringido únicamente a grandes sumas. La estrategia de Cambiemos será utilizar como argumentos los beneficios sociales que contraería el blanqueo para que éste sea aprobado con amplio consenso en el Congreso.
Posiciones
El Gobierno necesita revertir con un respaldo importante lo que fue su último examen legislativo con la ley de emergencia ocupacional, finalmente vetada. A su vez, ese mismo respaldo, piensan en el oficialismo, ofrecerá mayores certezas a quienes decidan ingresar al circuito formal su dinero y que la norma no estará sujeta a cambios en caso de modificarse la composición del Congreso. En Diputados negociarán con Sergio Massa para contar con el apoyo del Frente Renovador y con el bloque Justicialista, que integra Diego Bossio, una figura clave por su paso por la Anses. En el Senado, por parte, dialogarán de manera directa con los gobernadores argumentando que gran parte del dinero ingresado será coparticipable y que podrá ser invertido en obra pública.
El debate promete ocupar la agenda durante las próximas semanas. Desde el oficialismo son optimistas en que el blanqueo será “más exitoso” que los realizados anteriormente, debido a que “existe la confianza de que no habrá persecución a quienes ingresen su plata y porque cada vez es mas difícil tener el dinero no declarado en el exterior”. Además, no hay cepo cambiario y bajó el riesgo país.
En la oposición, la mayoría de los bloque esperan la presentación de los proyectos y la letra chica de cada uno opiniones concluyentes.
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