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La industria argentina busca señales de reactivación en Brasil

La caída de la actividad y la demanda en Brasil afecta a casi todos los sectores industriales argentinos.

13 mayo de 2016

En los últimos dos años la industria nacional sufrió ?como pocas veces? la contracción de la economía brasileña, inmersa en una de proporciones. La fuerte caída del comercio bilateral y en particular de las exportaciones argentinas, explican el deterioro que empezaron a mostrar sectores industriales, el muy vinculados a las compras del mercado brasileño. Sólo el complejo automotriz se desplomó el 50% empujado por la caída de la demanda en el vecino país. Hay que tener en cuenta que el 85% de los autos fabricados aquí se exportan a Brasil.

La consultora Abeceb señala que entre 2011 y 2015 el intercambio comercial bilateral se derrumbó 42%, pasando de US$ 39.600 millones a US$ 23.083 millones. En parte, esto fue consecuencia de la menor demanda desde el vecino país pero también debido a la competividad por vía cambiaria que ganó Brasil desde el último trimestre de 2015 por la devaluación del real, que encareció los productos argentinos. De esta manera, Abeceb destaca que el saldo de la balanza comercial se deterioró, triplicándose el déficit en los primeros cuatro meses de este año con relación al mismo período de 2015, hasta llegar a los US$ 1.400 millones.

En ese contexto, también se advierte la existencia de importantes saldos exportables en muchas actividad industriales en Brasil, dado que la débil demanda en el mercado interno, llevan a ubicarlos en los mercados de exportación. El doble efecto de menos exportaciones a Brasil y mayor competencia en el mercado local, generó crisis de relevancia en las empresas argentinas.

El escenario es particularmente complejo en casi todas la industrias, excepto la molienda de oleaginosas, y no mucho más. Para la Unión Industrial Argentina, Brasil aún continúa siendo el principal destino de las exportaciones MOI argentinas, pero éstas pasaron de representar 45,9% en 2014, a 39,8% el año pasado y 36% durante el primer trimestre de 2016. El resultado es que “la menor demanda externa por parte de este país condiciona la capacidad de recuperación de la industria nacional”. Vale recordar que toda la industria manufacturera de Brasil se contrajo en lo que va del año, pero el desplome de la industria automotriz en ese país fue del 28% desde enero.

Con datos consolidados a diciembre de 2015, todas las manufacturas de origen industrial (MOI) exportadas a Brasil cayeron de forma generalizada. Según la UIA en promedio las MOI cayeron 31,7%, con metales comunes y manufacturas retrocediendo en torno al 41,4%, textiles y confecciones (36,9%), material de transporte terrestre (36,4%) y materiales plásticos y manufacturas (35,4%). En el otro extremo de la escala se ubican productos químicos (12,3%) y papel y cartón (14,1%).

Cambio de pantalla

“Si el programa económico que presenta Temer consigue el aval legislativo, avanzarán las medidas, cambiarán las expectativas y es probable que hacia fines de año Brasil deje de caer y pueda empezar 2017 con una economía que comienza a mejorar”, señala Dante Sica, director de Abeceb. Y agrega que “para Argentina, que también está en un proceso de rebalanceo de su economía y cambios, sería importante que Brasil empiece a acompañar, no sólo en lo que atañe a la mejora del tipo de cambio porque reduce la brecha de competitividad, sino también por todo lo que implica la demanda de un Brasil recuperándose para la industria local”.

Por su parte, Marcelo Elizondo, titular de la consultora DNI y especialista en comercio exterior, aseguró que “este año está perdido pero si en Brasil el nuevo gobierno logra sentar las bases de una mejora de la economía, la situación puede encaminarse favorablemente”. Esta sería “una válvula de salida de la situación”, en un contexto en el que “es probable que Brasil en 2017 tenga buenas noticias”.

Ante las posibilidades que ofrece el Mercosur, Elizondo explica que el futuro del bloque “depende del gobierno que arme Temer, pero José Serra en la Cancillería debería ser una buena señal”. Serra pertenece al Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), sostiene Elizondo, que en la campaña de Aècio Neves decía que el Mercosur debía flexibilizar posiciones y promover los acuerdos, en una postura más bien internacionalista. “Un gobierno de Temer podría impulsar los acuerdos con la Unión Europea y el TPP (Acuerdo Transpacífico)". Lo que queda claro, en todo caso, es que la industria argentina enfrenta la necesidad de abrir nuevos mercados, independientemente de lo que ocurra en Brasil.

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