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La construcción no reacciona

Para los fabricantes de cemento portland el despacho a plaza se desplomó 27,5% en abril, por el freno de las obras públicas decidido por el Gobierno durante el primer trimestre del año.

10 mayo de 2016

La crisis que afecta a la actividad de la construcción cada vez preocupa más a empresarios y trabajadores del sector, y hasta a los propios funcionarios gubernamentales. En lo que va del año el despacho de cemento portland al mercado interno lleva acumulado un retroceso del 14,2% comparado con los primeros cuatro meses de 2015, pero el verdadero derrumbe se vio en abril cuando se vendieron 756.813 toneladas al mercado local, 27,6% menos que en igual mes del año anterior (1.045.090 toneladas). Por si quedaran dudas acerca del enfriamiento de esta actividad, las ventas al mercado interno en abril retrocedieron 14,5% respecto de marzo pasado.

Los fríos números surgen de un relevamiento de la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP) que dejan en negro sobre blanco la actualidad del sector. En momentos en que todos los actores de la actividad e incluso el Gobierno apuesta a una reactivación de la construcción como factor reactivante de la actividad económica y dinamizador de gran cantidad de sectores productivos vinculados, el dato deja un sabor amargo y expectativas inciertas sobre el momento en que vendrá el rebote.

De hecho, las proyecciones de las empresas fabricantes de este insumo clave de la actividad de la construcción señalan que los despachos de cemento concluirán el año 2016 con ventas por 10,5 millones de toneladas, 13,4% menos que lo que efectivamente se comercializó el último año (12.215.188 millones de toneladas). De concretarse este pronóstico, éste sería el peor año desde 2010, cuando se despacharon 10,4 millones de toneladas de cemento.

Un dato relevante es que las expectativas de los fabricantes de este insumo se fueron deteriorando a medida que pasaban los meses. Así, en enero las cuatro empresas nucleadas en la la AFCP, Cementos Avellaneda, Holcim, Loma Negra y PCR, preveían un retroceso de 1,8% en los despachos al mercado interno, mientras que al mes siguiente las proyecciones hablaban de una caída de los despachos del 4,5% frente al año anterior.

De todas maneras, y aun contrariando la actual tendencia negativa, los fabricantes de cemento portland auguran una recuperación del nivel de actividad a partir de mitad de año y en la segunda parte de 2016, probablemente “comprando” el argumento gubernamental según el cual los mayores ajustes y corrección de desequilibrios en la economía ya se hicieron ahora y en poco tiempo más empezarán a verse los resultados positivos.

Las razones

Para la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland las claves que explican este momento habría que buscarlas por un lado, en el contexto recesivo que vive la economía nacional, pero por otro lado, el freno a la obra pública en los primeros meses de este año, le agregó un ingrediente, tras el récord de despachos en octubre pasado (1,1 millones de toneladas), en plena campaña electoral y el fuerte impulso a la obra pública. Hay que recordar en este punto que la actividad cementera ya lleva seis meses de contracción consecutivos.

Por el contrario, los ejecutivos señalan que la decisión de la nueva administración gubernamental de paralizar una cantidad obras de infraestructura para auditar gastos y contratos, hacer más eficiente el uso de los recursos y corregir vacíos normativos e irregularidades son razones de peso para entender el porqué del retroceso actual.

Otro signo de estancamiento en la actividad es que, acompañando la coyuntura recesiva que vive el sector, en abril apenas fue necesario importar 30 toneladas de cemento para abastecer la demanda interna. En los primeros cuatro meses de este años los requerimientos de cemento importado alcanzaronlas 60 toneladas, mientras que en el mismo mes del año pasado ese volumen llegó a 700 toneladas, más de diez veces lo importado este año.

Mirada empresaria

Todos los actores de la actividad de la construcción coinciden en describir una coyuntura difícil pero con perspectivas de mejora en el mediano plazo. Para ellos este año está literalmente jugado, pero se espera que se sienten las bases para un despegue hacia fines de año y fundamentalmente en 2017.

En este sentido, se apuesta al plan oficial de construcción de viviendas, las obras de saneamiento, agua potable y cloacas, pero en especial, se ponen las fichas en el dinamismo que proveerá la puesta en marcha del Plan Belgrano, que incluye la puesta en valor de las redes viales y de carreteras en el norte argentino, así como viviendas sociales, de infraestructura básica y la rehabilitación del ferrocarril Belgrano Cargas y Logística.

Los tiempos parecen haber cambiado. Las obras públicas se están despegando de alguna manera de su componente político ?o al menos una parte de eso? y comienzan a tallar mucho más los programas de inversión pública en infraestructura según prioridades prefijadas. Desde el sector empresarial se espera un cambio de tendencia que motorice los recursos en la industria de la construcción. Le servirá también a la economía nacional. Se estima que por cada peso que se invierte en la construcción, se multiplica por más de dos en la economía real.

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