En el marco del Plan del Agua que Mauricio Macri presentó a fines de abril, ayer se llevó a cabo el lanzamiento del Programa de Riego en el Ministerio de Economía, que contó con la presencia de funcionarios, productores y destacados expertos de FAO y el Banco Mundial. Con este proyecto, el Gobierno busca aumentar en 18% las áreas de riego en el NOA y la Patagonia, para lo que estudia esquemas que propicien la atracción de inversiones privadas. En una entrevista con El Economista, el subsecretario de Recursos Hídricos de la Nación, Pablo Bereciartua, explicó de qué se trata la iniciativa.
Durante el encuentro se habló de expandir la actividad a zonas a las que no llega el agua para la producción, ¿cómo planean concretar ese objetivo?
El potencial de la Argentina es muy grande y el desafío hoy está en que logremos organizar un programa que viabilice la inversión pública y privada y que aumente significativamente el impacto del área de riego en la economía nacional. Nuestro programa está confeccionado sobre la base de los mejores estudios que hay en la Argentina, que identificaron un potencial de 6 millones de hectáreas para riego, de las cuales sólo 2 millones están actualmente en actividad. Además, el informe resalta dos grandes oportunidades: por un lado, llevar adelante a través del Instituto Nacional del Agua (INA) un relevamiento que caracterice en términos de cantidad y calidad el potencial del agua subterránea ? algo muy importante para promover el desarrollo del riego complementario en la Argentina, que es el que más ha crecido en los últimos años, con la provincia de Buenos Aires a la cabeza ? ; y, por otro lado, diseñar los esquemas de alianza públicoprivada que permitan atraer la inversión privada que complemente a la pública, para hacer viables las nuevas áreas de riego, lo cual representa un desafío muy importante a nivel nacional, ya que este Gobierno arrancó con una condición de borde debido a la situación de caja y déficit que heredamos y debido a la inflación que todavía es muy significativa. Por eso, el plan de infraestructura que estamos diseñando requerirá de la inversión en obra de los Bancos de Desarrollo Internacional, que son las gestiones que ya hemos iniciado, aunque avanzarán más rápido si atraemos inversión privada. Entonces, el corazón de este equipo es haber convocado a los mejores expertos argentinos y mundiales, que han venido de Francia, Singapur, España y Perú, lugares que suman antecedentes y conocimientos para que podamos entender cuáles son los esquemas de alianza público-privada para promover la inversión y la infraestructura en la Argentina, tomando como caso el riego pero seguramente encontrando fórmulas que nos van a ser útiles para la infraestructura en general.
La actividad agropecuaria tiene un papel destacado en este plan. ¿Cómo lo evalúan?
El sector agropecuario es clave en el proyecto y además es clave para la Argentina. Es uno de los más competitivos que tenemos en el país, que además es muy creíble internacionalmente, porque ha logrado ser competitivo incluso en condiciones muy adversas en términos institucionales y en términos de gobiernos, además de ser muy atractivo para la inversión privada. Pero la reflexión es, ¿por qué no hay más inversiones en la Argentina? ¿Por qué no tenemos casos de éxitos en las últimas décadas, que muestren que logramos extender e incorporar este extra millón de hectáreas de que hablamos? La respuesta tiene relación con muchas razones, pero muchas de éstas razones cambiaron el 10 de diciembre gracias a la apertura de la Argentina en términos de sus políticas macroeconómicas. En esta etapa, el desafío del Gobierno es desarrollar esquemas para la inversión grande privada, específicamente en infraestructura y producción, que sean creíbles y viables para atraer capitales privados nacionales e internacionales. En ese marco, el área de riego y agricultura en escala es fundamental, porque se sabe a nivel mundial que la Argentina es competitiva y sabe desarrollar muy bien esa actividad.
¿Ya comienzan a aparecer interesados en la inversión?
El interés es muy alto. Ya hemos recibido desde el mismo 10 de diciembre a varias delegaciones y distintas visitas de argentinos y extranjeros con mucho interés en invertir en el país y entender cuáles son las oportunidades que la Argentina tiene. Fruto de ese interés que existe y de la condición de que podemos ser mucho más relevantes en términos productivos y mucho más competitivos en los próximos años es que estamos dándole forma a este gran plan de inversión en infraestructura que hoy inicia un nuevo capítulo. Con la ayuda de expertos, los mejores del Banco Mundial, vamos a enfocarnos en el riego pero también en encontrar un formato más general de cómo promover en esta nueva etapa las alianzas públicoprivadas y generar un esquema sustentable. Sólo con el riego no alcanza, hay que tener elementos para que el sector privado participe de una manera virtuosa en cómo se desarrolla una región, un ámbito de desarrollo del país.
Luego de esta primera reunión y presentación del equipo que trabajará en el Plan de Riego, ¿cuáles son los pasos a seguir?
El esquema que nos hemos planteado va de acá a septiembre, para lo que trabajaremos sobre tres aspectos principales: primero, nos focalizaremos en cuatro casos pilotos de cuatro grandes zonas de más de 100.000 hectáreas nuevas, en los cuales probaremos y desarrollaremos el modelo. El segundo paso será encontrar cuál es el formato de alianza público privada más adecuado. Yo pienso en el ejemplo de la corporación Puerto Madero, que es el más exitoso que tenemos en la Argentina, ya que fue creada a principios de los años noventa y aún hoy está vigente, combinando inversión pública y privada con éxito. Creo que ese mismo formato lo podemos tomar como un molde para el riego. En cuanto al tercer objetivo, será caracterizar un conjunto de diez áreas que estén relevadas en términos cuantitativos para poder presentar a los sectores privados, lo que nos permita establecer un diálogo para direccionar la inversión pública hacia aquellas oportunidades que son más atractivas para el sector empresario.
¿Cree que la Argentina logrará generar esos proyectos fuertes que necesita para atraer capitales?
Sí, absolutamente. Es más, a mediados de septiembre se realizará una reunión muy importante que ya se está organizando y todavía no es pública, pero que servirá para presentar grandes oportunidades de inversión en el país, para argentinos y extranjeros. En los sectores de infraestructura es donde hay más interés. El objetivo es que haya más de 1.500 CEOS del mundo presentes, y que la Argentina muestre un potencial importante. Porque uno dice: “OK, el país se abrió y tiene un único tipo de cambio, pero, ¿qué puedo hacer allí? ¿cuáles son realmente las oportunidades? Eso estamos trabajando acá, ya que la realidad es que hoy seguimos siendo en términos de inversión productiva e industrial un lugar difícil para invertir, porque todavía el mercado es chico y las condiciones macroeconómicas están cambiando.
