Pese a las mejoras exhibidas por las cuentas públicas en el primer cuatrimestre, varios economistas advierten que algunas decisiones del Gobierno, que implican mayores gastos o menores ingresos, impactarán negativamente en los maltrechos números fiscales.
“Si bien las cuentas públicas mostraron una mejora del resultado primario y una fuerte moderación del gasto público en abril último, de un análisis desagregado de las cuentas fiscales entendemos que dicha mejora no es sustentable en el tiempo”, afirma Hernán Hirsch, director de FyE Consult, en un informe difundido ayer. La mejora ?amplía el economista? “obedeció principalmente a la fuerte desaceleración observada en el gasto primario, que creció 13% respecto del mismo período de 2015, tras haber experimentado un aumento del 38,8% en marzo último”.
“Sin embargo, de un análisis desagregado nosotros observamos que el gasto público core, que incluye aquellos componentes más inflexibles a la baja, experimentó un crecimiento del 33,6% en abril, mostrando una ligera desaceleración con relación a los tres primeros meses del año (39,4%). Es decir, creció mucho más que 13%”, explica el informe.
“La moderación observada del gasto primario (+13%) respondió a que el Gobierno pisó las partidas vinculadas a obra pública (-42,7%), transferencias a provincias (-6,5%) y compra de bienes y servicios (+2,3%)”, reseña Hirsch. Por lo tanto, según el economista, “una vez normalizado el crecimiento del gasto público y el Gobierno comience a ejecutar obra pública, realizar compras de bienes y servicios, y comience a tener incidencia el reciente acuerdo entre la Nación y las provincias, el gasto primario volverá a crecer a tasas más elevadas”.
Una vez que el gasto primario vuelva a crecer a tasas importantes, “y como estará orientado hacia bienes no transables, entendemos que la reciente moderación fiscal dejará de observarse y la dinámica de apreciación real cambiaria se profundizará”.
