por Luis Varela
Como si se tratara de la final de Flushing Meadows, los mercados del mundo experimentaron ayer un zigzag de proporciones, haciendo que los inversores giraran la cabeza de un lado al otro, con importantes subas en las primeras horas del día y con un posterior cambio de tendencia, en el que los precios empezaron a bajar y terminaron con casi todos los participantes pidiendo la hora.Las subas iniciales estuvieron sostenidas en los nuevos techos de las cotizaciones que se lograron en las últimas ruedas en algunas de las Bolsas más grandes, como por ejemplo Wall Street que quedó con un saldo positivo para este año, luego de estar en algún momento con una baja que superaba el 10%. Pero cuando todo pintaba para una gran fiesta, algunas noticias bancarias vinieron a aguar el panorama.
El motivo que apagó la luz y encendió la mecha del desinfle de las precios fue el anuncio realizado por el Banco Popular de España, que decidió realizar una ampliación de capital por un importe de ? 2.500 millones. La difícil situación del negocio bancario en general, sumada a los lastres particulares del Popular (? 27.000 millones en activos no productivos básicamente de origen inmobiliario), han obligado al grupo a ofrecer nuevas acciones con una rebaja del 41% respecto a los ? 2,31 a los que cotizaba el pasado miércoles. La reacción en Bolsa fue inmediata en forma de fuerte castigo para los accionistas del banco, que vieron caer sus títulos nada menos que en 26%.
Desde hace meses se han venido repitiendo rumores advirtiendo que dos bancos alemanes y dos bancos suizos recurrirían a este mismo esquema, emitiendo acciones y dejando a los inversores con sus valores devaluados, y este anuncio del banco español generó mucho temor porque se estima que este es el primer banco que empieza a sincerar su verdadera situación patrimonial.
Las materias primas
Detrás de este movimiento casi todos los activos tuvieron un ida y vuelta. El principal de todos los valores fue la marcha del precio del barril de petróleo, que en los primeros negocios de ayer llegó a supera los 50 dólares, algo que no ocurría desde julio del año pasado, pero finalmente, con otro clima de negocios, los precios del crudo achicaron y terminaron con una leve baja respecto de los precios del miércoles, a US$ 49,40 tanto en el BRENT como en el WTI.
La baja definitiva del crudo llegó a afectar el valor de la soja, que achicó 0,5% en Chicago, pero no llegó a impactar en el maíz (subió 1%) y mucho menos en el trigo (aumentó nada menos que 3,4%). Este precio muy sostenido para los cereales siguió dándole aire a los activos argentinos, que volvieron a experimentar ayer una nueva rueda con ascensos, tanto en los títulos públicos como en los papeles privados.
La onda alcista de los papeles argentinos se inició en Nueva York, con una potente suba del 1 al 6% para las ADR de Edenor, Pampa, Francés, Tenaris, Cresud e YPF. Este impulso sirvió para que la Bolsa de Buenos Aires abandonara la barranca de las últimas 5 semanas, y lograra un repunte del 2,7%, y con algunos papeles volando, con subas del 3 al 9%
La onda alcista de los papeles argentinos se inició en Nueva York, con una potente suba del 1 al 6% para las ADR de Edenor, Pampa, Francés, Tenaris, Cresud e YPF. Este impulso sirvió para que la Bolsa de Buenos Aires abandonara la barranca de las últimas 5 semanas, y lograra un repunte del 2,7%, y con algunos papeles volando, con subas del 3 al 9% para Santander, Edenor, Santander Río, Aluar, Pampa, Siderar, Transener, Repsol y Polledo.
El avance de las acciones se sintió en el panel de los títulos públicos, que con más volumen operado ganaron otro escalón: hubo subas del suba del 1,5 al 5,5% para los bonos AN18D, DIP0, CO17, TVPP, PARAD, PARA, BDC18, PARP, ERG16, DICP y PARYD.
El mercado estuvo muy atento a lo que ocurría con el precio del dólar después de la baja de las tasas de las Lebac decidida por Federico Sturzenegger el martes. Las cotizaciones minoristas subieron un par de centavos ($ 14,34 el oficial y $ 14,67 el blue), pero los valores del mayorista y el contado con liquidación permanecieron inmóviles en $14,03.
A pesar de esta tranquilidad, el titular del Banco Central parece dispuesto a bajar las tasas, tal como le viene insistiendo el ministro Alfonso Prat- Gay, pero esa relajación en los intereses viene con una contramarcha: el directorio de Reconquista 266 resolvió realizar una suba de encajes bancarios de 2% (discriminada en un aumento de 2,5% para depósitos a la vista y de 1,5% para depósitos a plazo) para el mes de junio, y por un porcentaje equivalente para el mes de julio.
Sturzenegger lo explicó así: “Desde principios de año el BCRA vino implementando una política monetaria contractiva a fin de producir un descenso de la inflación”. La medida que empezará a regir a partir de junio busca que el esfuerzo de esta contracción sea compartido por todos los actores del sector financiero y no únicamente por la autoridad monetaria.
