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¿Cómo reaccionará el dólar a la baja de tasas?

Desde el punto de vista del inversor, luego de un trimestre en el que la mayoría de los participantes del mercado apostaron por las tasas en pesos, comienzan a verse distintas opiniones respecto de en qué activos conviene posicionarse. ¿Cuáles son?

27 mayo de 2016

 por Matías Daghero (*)

El resultado de la última licitación de Lebacs sorprendió a los inversores con una fuerte disminución en la tasa abonada al plazo más corto en 150 puntos básicos. Y esto empieza a contraponerse a la idea muy difundida en el mercado de que, luego de lo sucedido en la previa reducción de tasas y disparada del dólar que llegó a valores cercanos a $16 en su tramo minorista, Federico Sturzenegger iría con mano de seda para efectuar la nueva baja de tasas y llevarla nuevamente a valores más normales para el desarrollo de la actividad económica. Esto debería alcanzarse sin despertar al dólar. ¿O acaso se está buscando despertarlo?

Si nos ponemos a analizar, el BCRA hasta aquí ha demostrado a rajatabla que su valor del dólar se debe encontrar entre los $14 y $16. En ambas ocasiones en que se acercó a estos extremos, sacó a hacer uso de la herramienta más potente que tiene en este momento: la tasa de Lebac. En la tabla podemos observar cómo los cambios en la tasa de Lebac tuvieron su correspondiente correlato en el valor del dólar.

De continuar esta tendencia, deberíamos observar un repunte del dólar (hecho que comenzó a verse en los futuros de Rofex el día martes pero que no pudo continuar en el día de ayer jueves).

Si establecemos que las altas tasas de Lebac tienen como objetivo principal reducir la inflación y como objetivo secundario mantener a raya al dólar (que también impacta en la inflación), se podría decir que han tenido un éxito rotundo en calmar al dólar y que se verá en los próximos meses su efectividad en la baja de la inflación (con los ajustes de precios relativos completados ya en el primer semestre).

Desde el punto de vista del inversor, luego de un trimestre en el que la mayoría de los participantes del mercado apostaron por las tasas en pesos, comienzan a verse distintas opiniones respecto de en qué activos conviene posicionarse de cara al futuro.

Por un lado, encontramos quienes recomiendan alocar estas tasas altas en pesos estirando plazos con instrumentos como bonos largos en pesos (PR15, por citar alguno), fideicomisos financieros o las mismas Lebacs (pero en plazos largos). Al analizar los fundamentos de éste tipo de inversión, sostienen que se tendrá éxito en la baja de inflación y que las tasas bajarán fuertemente en los próximos meses por lo que ahora es una oportunidad única de garantizarse tasas reales positivas altísimas. Por otra parte, también sostienen que el dólar se moverá a un ritmo menor que la inflación, no resultando conveniente tomar posiciones en él.

Pero, por el otro lado, nos encontramos los que sostienen que el dólar tocó claramente un piso y que es momento de tomar posición en bonos dollar-linked, bonos en dólares billete o, para los más arriesgados y en busca de apalancamiento, posiciones en Rofex. Entre los fundamentos de esta corriente se en cuenta el hecho de que el dólar no se encontraría en un valor de equilibrio para la economía y que deberá devaluarse para mejorar el tipo de cambio real multilateral. Hace una semana, un tweet de la cuenta oficial de Balanz Capital mencionaba que su mesa de trading estaba viendo en los últimos días rotar cuentas locales de “smart money” hacia bonos soberanos en dólares.

Por el momento, no se avizora un claro ganador en la carrera entre tasas y dólar. ¿Cuál será el ganador de cara al final del año? ¿Resucitará el dólar o continuará el predominio de las tasas en pesos?

(*) Autor del libro “Con los $ que tengo, ¿qué hago?”

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