Lentamente, la visita del presidente Barack Obama empieza a dar frutos. Esta vez verán los beneficios las pequeñas y medianas empresas, que prodrán disponer de asistencia financiera para producir sus bienes y servicios e incluso asociarse a compañías norteamericanas para llegar a terceros países.
Ayer la canciller Susana Malcorra y el ministro de Producción, Francisco Cabrera, suscribieron un convenio con la Small Business Administration (SBA), para que el organismo estadounidense asesore y financie la creación de 24 centros de apoyo a las PyME, uno por provincia, además de la Ciudad de Buenos Aires.
Por si faltaran aclaraciones sobre el disparador del acuerdo, el ministro Cabrera destacó “el desarrollo de una agenda que comenzó con la visita de Obama y generó iniciativas que dan marco a acuerdos de comercio, inversión, infraestructura, y en este caso, de promoción del emprendedorismo y el apoyo a las PyME”. El propio Cabrera y Malcorra firmaron por parte del gobierno argentino el “Memorándum de Entendimiento para la Promoción Empresarial y el Crecimiento de las Pequeñas y Medianas Empresas” con la titular del SBA, María Contreras-Sweet.
A su turno, ésta abogó por “lograr un relación efectiva para hacer cadena de suministros, impulsar nuevos modelos y plataformas de negocios, crear bases sólidas para trabajar conjuntamente y llevar productos al mundo”, recordando que su país necesita “tener socios estratégicos efectivos” porque 95% de sus consumidores está fuera de las fronteras.
