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Un buen augurio de la Fed para la emisión de deuda

La decisión fue una buena noticia para los emergentes en general, y la Argentina en particular

18 marzo de 2016

La Reserva Federal de Estados Unidos mantuvo su tasa de interés sin cambios, como se esperaba, aunque trazó un panorama más compasivo para el ajuste monetario esperado este año, un buen augurio para los planes del presidente Mauricio Macri en momentos en que se prepara para regresar al mercado global de bonos con la emisión de deuda para saldar las cuentas con los holdouts. Sin embargo, la operación requerirá de una pericia mayor para lograr la tasa que busca el Gobierno en unos mercados muy agitados.

La Fed dejó su tasa de referencia en el rango de 0,25% a 0,50%, señalando un fortalecimiento del mercado laboral estadounidense y un repunte de la inflación en los últimos meses. La mejora constante de la economía de Estados Unidos hace que el banco central siga en general su enfoque restrictivo. Pero el organismo que dirige Janet Yellen también advirtió que "los acontecimientos económicos y financieros globales continúan planteando riesgos", en un guiño hacia el gradualismo.

Esto se vio en dos aspectos del anuncio de la Fed que los analistas calificaron como "dovish", es decir, con una inclinación a la laxitud monetaria. Primero, los funcionarios de la entidad ahora prevén solo dos subas de la tasa este año, contra las expectativas que apuntaban a cuatro anteriormente. En segundo lugar, los directivos del organismo redujeron su estimación para la inflación de este año medida por el índice PCE, a solo 1,2% desde 1,6%.

Clima favorable

La reducción de la cantidad de alzas previstas en la tasa de los fondos federales es algo "bueno para los emergentes", resumió en un tuit Diego Martínez Burzaco, economista jefe de Inversor Global, poco después de que se conoció la decisión. Esto extendería el clima favorable para las colocaciones de deuda de los países de América Latina, incluyendo la emisión que planea el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, para resolver el litigio del default.

Después del susto y los cimbronazos financieros del arranque del año se abrió una ventana en el mercado del financiamiento que los gobiernos de la región están aprovechando con avidez, quizá anticipando menores posibilidades más adelante. Pocas horas antes del anuncio de la Fed del miércoles, Colombia colocó un bono por 1.350 millones de euros a 10 años con un rendimiento de 3,875%. Unos días atrás, Brasil emitió un título soberano a 10 años por US$ 1.500 millones.

La reacción inicial de los mercados al mantenimiento de la tasa reflejó un mayor apetito por el riesgo. Los precios de las acciones globales y las materias primas mostraron aumentos, al tiempo que el dólar retrocedió contra las otras monedas. En tanto, el índice VIX, que mide la volatilidad de la plaza financiera, disminuyó a niveles cercanos a los mínimos desde diciembre, señalando cierta reducción del nerviosismo de los inversores.

Puntería

Lejos de ser un tema menor, la situación de los mercados internacionales pasa ahora a ser una cuestión casi tan importante para la resolución del problema con los fondos liderados por Paul Singer como los desafíos que presentaron las negociaciones en el juzgado de Nueva York y, posteriormente, el tránsito del proyecto del arreglo en el Congreso. La colocación de la deuda requerirá una puntería sobresaliente en un ambiente financiero complicado.

El Gobierno se planteó un objetivo relativamente exigente al expresar que pretende salir al mercado pagando alrededor de 7,5%, una tasa bastante inferior al 9,375% que terminó aceptando la provincia de Buenos Aires este mes. Si bien la meta de Prat-Gay para el cupón de los nuevos títulos parece factible en el clima de liquidez más sedado del último mes, un retorno de la ansiedad extrema que se vivió hasta febrero podría desencajar los números del ministro.

El peligro es que Argentina salga al mercado justo en un mal momento y tenga que pagar una tasa superior a pesar de que está corrigiendo su economía -o, peor todavía, que directamente se vea forzada a aplazar la emisión, cuando corren las agujas del reloj para el 14 de abril, cuando vence el plazo fijado por el juez Thomas Griesa-. Por más que la Fed está facilitando el camino, Yellen dijo que el aumento de tasas podría ocurrir en cualquier momento, una frase nada tranquilizadora que podría dar lugar a nuevos altibajos en el corto plazo.

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