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El PIB global crecerá menos

Pero no hay riesgos de una crisis

09 octubre de 2015

El Fondo Monetario Internacional (FMI) lo volvió a hacer: en su nueva edición del Panorama Económico Global (WEO, por sus siglas en inglés), el organismo multilateral rebajó (una vez más, y van?) su proyección de crecimiento para la economía global. Ahora, espera una expansión de 3,1% (versus 3,3% en julio y 3,5% en abril). Será la tasa de crecimiento más baja desde la Gran Recesión de 2009.

El pronóstico del FMI se veía venir por las turbulencias financieras que viene sufriendo el mundo en los últimos meses por los temores a un aterrizaje brusco en China, la debilidad de la recuperación en las economías avanzadas y la brusca desaceleración de las economías emergentes. Con muy pocas excepciones, la amplia mayoría de las economías del mundo crecerá menos de lo esperado hace unos meses. Entre las economías grandes, la rebaja más notable la sufrió Brasil: en abril, se esperaba una caída de 1% de su PIB y, ahora, de 3%. A nivel regional, la más golpeada fue América Latina: en abril, se esperaba un crecimiento de 1,1% y, ahora, una retracción de 0,3%.

“El crecimiento mundial disminuyó en el primer semestre como consecuencia del ahondamiento de la desaceleración de los mercados emergentes y del debilitamiento de la recuperación de economías avanzadas”, indica el WEO, y advierte que hay riesgos a la baja para sus pronósticos. A saber: el retroceso de los precios de las materias primas, la depreciación de las monedas de las economías emergentes y la creciente volatilidad de los mercados.

Según estimaciones preliminares, el crecimiento del PIB global en el primer semestre habría sido de 2,9%. “El crecimiento en las economías avanzadas fue modesto en el primer semestre”, amplía el WEO. “Para la mayoría de las economías emergentes, las condiciones externas se están tornando más complejas. La volatilidad financiera aumentó durante el verano boreal, con declives en los precios de las commodities y presiones bajistas en las monedas de los emergentes. Los flujos de capital se están frenando y la suba en la tasa de referencia de EE.UU. los reducirá aún más”, agrega el informe.

¿Quién dijo crisis?

Sin embargo, el FMI enfatizó que las probabilidades de una nueva crisis o una recaída de la economía global en una nueva recesión son escasas. “Una recesión global no es nuestro escenario base”, dijo el nuevo economista jefe del organismo, Maurice Obstfeld, que reemplaza a Olivier Blanchard, en la presentación del WEO.

Pero no hay mucho más para festejar. “Seis años después de que la economía mundial emergiera de la recesión más amplia y profunda desde la posguerra, la vuelta a una expansión robusta y sincronizada sigue siendo incierta”, describió Obstfeld en el WEO, y advirtió que la era de crecimiento moderado podría haber llegado para quedarse. “La persistencia de un bajo crecimiento de la productividad parece indicar que el crecimiento potencial del producto a largo plazo puede haber caído en todas las economías”, indicó el economista. Las magras perspectivas de crecimiento para la demanda global y, por ende, para la expansión potencial de las economías, reducen la inversión y, con ella, los aumentos en la productividad. “Es como un círculo vicioso”, sentenció Obstfeld. En el FMI lo llaman “la nueva mediocre”.

Un poco más pesimista fue el economista José Viñals, director del Departamento de Mercado de Capitales del FMI, al presentar el Reporte de Estabilidad Financiera Global (GFSR, por sus siglas en inglés). Si la liquidez global empieza a evaporarse, dijo, podríamos ver episodios de estrés (y defaults) en varias clases de activos y le recomendó a los mercados emergentes aplicar políticas prudenciales para asegurar la estabilidad financiera de los bancos y las corporaciones, y sugirió que es importante que los países mantengan su investement grade. Los emergentes deben anticiparse al ciclo crediticio y evitar quedar en offside.

En promedio, las economías avanzadas crecerán 2% (1,1 punto menos que el PIB global), y 0,2 punto más que en 2014. En una época en la cual el crecimiento emergente empieza a trastabillar, es una noticia saludable que el mundo avanzado vuelva a crecer (aunque sea con moderación). En 2016, las economías maduras se expandirán 2,2%. Estados Unidos, Japón, Canadá y las principales economías europeas crecerán. Los emergentes

En las economías en vías de desarrollo, naturalmente, el panorama es más heterogéneo aunque, una vez más, volverán a crecer más que las avanzadas. El WEO pronostica una expansión de 4% y 4,5% en 2015 y 2016, respectivamente. Muy lejos quedaron las cifras de 6-7% de los años mozos del mundo emergente. Sin embargo, tampoco está tan mal: los emergentes siguen andando. Una vez más, con Asia a la cabeza. Según el WEO, Asia emergente crecerá 6,5% y 6,4% en 2015 y 2016, respectivamente. Las grandes locomotoras (China y India) crecerán 6,8% y 7,3% en 2015. Nada mal. La piedra en el zapato son los otros emergentes y, sobre todo, América Latina.

“Las fuentes de la desaceleración del crecimiento son diversas, y van desde la caída de precios de las materias primas (que también afecta negativamente a algunas economías avanzadas), hasta el sobreendeudamiento generado anteriormente por el rápido crecimiento del crédito y las turbulencias políticas. Naturalmente, los países con múltiples diagnósticos se encuentran en una situación más difícil, y en ciertos casos también se enfrentan a tasas de inflación más altas. Para las economías de mercados emergentes y en desarrollo en su conjunto, nuestro pronóstico es que el crecimiento se reducirá por quinto año consecutivo en 2015”, indicó Obstfeld.

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