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El desafío de los líderes: el arte de hacer historia

El reto de los emprendedores: reiventar permanentemente su identidad ante sus clientes

05 junio de 2015

(Columna de Juan Carlos Lucas, profesor de la Escuela de Negocios de IDEA)

En los últimos años hemos escuchado que las empresas están en crisis y que ésta tiene relación con la velocidad de cambio del entorno. Nos encaminamos hacia un mundo en el que se producirá una expansión de la economía a la par del nuevo paradigma de las tecnologías de la información y la comunicación. En dicha expansión tendrán un rol central las innovaciones disruptivas que reconfigurarán distintos mercados de manera cada vez más frecuente.

En este espacio de cambio acelerado las identidades han dejado de tener la solidez que solían mostrar. Esto podemos relacionarlo con la aceleración de la innovación que amenaza con la obsolescencia y nos desafía a reinventar nuestras ofertas para que sigan siendo juzgadas como valiosas por quienes vemos como nuestros clientes. Para nosotros desarrollar capacidad de liderazgo implica volverse competente para responder la pregunta: ¿Cómo construyo una identidad singular que me haga valioso y único para mis clientes?

La identidad, en este contexto, se relaciona con articular un rol valioso en la vida de los otros. En el mundo que viene, la identidad es un trabajo ineludible de todos. Hoy más que nunca nuestra vida es una creación y una oportunidad para “hacer historia”. Este es el gran desafío que enfrentamos: la reinvención permanente de nuestra identidad.

Sostenemos que existen cuatro disciplinas de liderazgo centrales de cara al futuro. La primera disciplina es la capacidad de construir visión. Son centrales en esta disciplina la generación de nuevas capacidades de observar y escuchar para “leer el mundo” y las posibilidades que vemos en él. Construir visión nos permite llegar a la primera acción de un líder emprendedor: declarar la identidad de un nuevo emprendimiento. La pregunta central en este dominio es: ¿Puedo crear interpretaciones más poderosas acerca de mis posibilidades de crear valor y de constituirme en oferta?

La segunda disciplina es la capacidad de inventar ofertas valiosas. Este dominio lo asociamos con todas las prácticas, habilidades y sensibilidades relacionadas con la producción de valor para una comunidad de clientes, involucrando en muchos casos la invención de nuevo valor expresado como innovaciones que cambian las prácticas de los clientes, volviéndolas más armónicas. Inventar la oferta concreta es la segunda acción de un líder emprendedor: diseñar la identidad del nuevo emprendimiento. La pregunta central en este dominio es: ¿Puedo crear una oferta innovadora que mejore la vida de mis clientes?

La tercera disciplina es la capacidad de organizar la ejecución. La práctica de la gestión propiamente dicha la entendemos como la vinculada a la producción de acción colectiva efectiva propiciando el mejor uso para los capitales de los que la organización es portadora. En la ejecución buscamos capitalizar lo mejor de cada miembro de la organización para aportar a la consecución de los objetivos colectivos. Organizar la ejecución nos conduce a concretar la tercera acción de un líder emprendedor: encarnar la identidad del nuevo emprendimiento. La pregunta central en este dominio es: ¿Puedo crear una red de producción de valor para satisfacer a mis clientes?

A estas tres dimensiones agregamos una cuarta relacionada con el cultivo de resiliencia. La resiliencia permite a los líderes navegar un mundo incierto y cambiante que no pueden controlar, sosteniendo su capacidad de aprendizaje, fortaleza emocional e integridad espiritual de manera de reinventarse en sintonía con las inquietudes y valores propios. Esta destreza nos gusta decir que es la que nos permite bailar con la vida. La pregunta central en este dominio es: ¿Mis propósitos y acciones son consistentes con mis preocupaciones más profundas y con mis valores fundamentales?

En resumen, el desafío futuro de los líderes es el de desarrollar las habilidades para la reinvención permanente de su identidad que permita sostener su relevancia a los ojos de los clientes.

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