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¿Kicillof es un activo político?

El ministro es distinguido por el oficialismo pese a sus magros resultados al frente del ME

03 junio de 2015

Cristina Kirchner lo distingue definiéndolo como su mejor colaborador y es evidente la afinidad ideológica entre ambos, y Daniel Scioli sostiene que debe tener un papel importante en el nuevo período presidencial. De esa manera, Axel Kicillof se ha convertido en un activo político para el oficialismo. ¿Será candidato a vicepresidente? No está claro que así sea porque si lo designase compañero de fórmula de alguno de los postulantes del FpV estaría dando a entender que es su preferido. Tanto CFK como el gobernador de Buenos Aires parecen considerar que elogiar al ministro de Economía es políticamente redituable. Es un dato curioso a la vista de los magros resultados que puede mostrar Kicillof al frente del ME, con en los temas clave como nivel de actividad, inflación, inversión, exportaciones y creación de empleo privado. Otros ministros que tuvieron proyección política en el pasado ?el último fue Roberto Lavagna? lo hicieron a partir de una gestión exitosa. Una explicación posible es que Kicillof logró evitar una crisis en el mercado cambiario y aseguró un escenario financiero en calma durante la campaña electoral. Con eso, y una leve mejora en los ingresos, alcanza para crear un clima social distendido aunque las variables macroeconómicas más relevantes tienen un desempeño muy pobre. Desde el punto de vista político el Gobierno pudo evitar medidas antipáticas para el grueso de la sociedad como la suba de tarifas y la devaluación. Tampoco se le pagó a los fondos buitre como muchos suponían que ocurriría luego de caída la cláusula RUFO y el país no estalló por el aire. Tiempo atrás muchos opositores sostenían que esta sería la primera vez que un gobierno peronista iba a tener que hacerle frente a los desequilibrios que sus propias políticas generaron. Tendría que asumir la responsabilidad de hacer el ajuste y no podría trasladarle esa tarea al próximo gobierno. Pero resultó ser un pronóstico fallido. Todo indica que no habrá sobresaltos económicos en los próximos meses. Hasta aquí los argumentos económicos que pueden justificar el reconocimiento a Kicillof por parte de Cristina y de Scioli. Pero lo político es más relevante. Para Scioli elogiar a Kicillof es funcional a su actual estrategia de hacer profesión de fe kirchnerista. ¿Qué mejor para demostrarlo que reivindicar al ministro favorito de la Presidenta. Claro que también tendrá que hacerse cargo de una contradicción ya que se presenta como el presidente que impulsará el desarrollo del país. Y la actual política económica, como está demostrado, es incompatible con el desarrollo. Tampoco ayuda a conseguir los dólares que el país necesita para crecer y dejar atrás el cepo. Pero el objetivo central de Scioli durante este tiempo ha sido evitar que su candidatura fuese vetada por la Presidenta para corregir el discurso ya habrá tiempo. A su vez, para Cristina, Kicillof es quien con mayor claridad defiende el relato y es preciso a la hora de confrontar con los opositores. Es, a su juicio, el mejor vocero del proyecto. Y eso vale mucho en tiempos de polarización en el cual el Gobierno sostiene que en las elecciones confrontarán dos modelos de país.

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