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La agenda pendiente

La transición plantea nuevos desafíos para las pequeñas y medianas empresas

20 mayo de 2015

(Columna de Florencia Barreiro)

Las expectativas del fin de ciclo invitan a un diagnóstico de situación y al cumplimiento de una agenda con desafíos pendientes para el desarrollo Pyme.

La hoja de ruta de los próximos años está ligada a la búsqueda de nuevos incentivos y a afinar el lápiz para definir estrategias y políticas que les permitan consolidar nuevamente protagonismo en el entramado productivo local. Según los expertos consultados por El Economista, esta es la lista de prioridades.

Contexto y producción

La estabilidad de las variables macroeconómicas parece fundamental a la hora de pensar el desarrollo Pyme. Hay coincidencia en asegurar que la persistencia de desequilibrios (alta inflación, vaivenes cambiarios y caída del consumo) afectan especialmente a estas empresas que tienen menos margen de maniobra. La caída de la rentabilidad, en un contexto de aumento persistente de los costos, desestima su desarrollo en el tiempo.

Vicente Donato, director de la Fundación Observatorio Pyme (FOP), revela que, según las estadísticas de la entidad, la producción industrial de las empresas que ocupan entre 10 y 200 ocupados y que no pertenecen a un grupo económico cayó 9,5% el año pasado. Y si se tiene en cuenta la última década, sólo creció 2%. En tanto, los datos de la UIA muestran una destrucción de cerca de 800 empresas Pyme desde 2012.

Empleo

A partir de 2008, la generación de puestos de trabajo de las Pymes ?sobre todo industriales? se detuvo, según las estadísticas de la FOP y de la UIA. Esto resulta de vital importancia porque históricamente concentraron casi el 60% del empleo. El año pasado el nivel de ocupación industrial se redujo 3%, con el previo ajuste en las horas trabajadas.

A pesar de ciertas ventajas para la incorporación de personal, las Pymes son, además, uno de los principales focos de trabajo informal. La informalidad laboral alcanza el 18% de la mano de obra entre las empresas que ocupan de 10 a 200 personas y el 55% entre las microempresas.

Jorge Colina (Idesa) señala dos cambios para estimular el empleo:

Una reforma tributaria integral (cargas sociales, Impuesto a las Ganancias, Impuesto al Cheque, IVA, Ingreso Brutos y tasas municipales, entre los más importantes) para que las Pymes puedan trabajar en la formalidad e incorporarse al circuito del crédito formal y a las cadenas de valor.

Una legislación laboral que disminuya la burocratización de las normas, la litigiosidad laboral y la falta de realismo que muchos convenios colectivos tiene para con las Pymes en tanto que están pensados para grandes empresas.

Financiamiento

El acceso al financiamiento es una de las principales preocupaciones de las pequeñas y medianas empresas. Si bien desde Estado y el sector financiero privado se hicieron esfuerzos al respecto, todavía la participación de las Pymes no es la deseable. La alta informalidad de estas empresas, la disgregación de la oferta del crédito y, muchas veces, la desinformación desestiman la utilización de los recursos destinados a inversiones.

Con un régimen que actualmente está en vigencia, y como parte de la Línea de Crédito para la Inversión Productiva diseñada por el Banco Central, las entidades financieras deben destinar el 6,5% de los depósitos en pesos para la oferta de créditos a las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipyme), a una tasa máxima del 19% y a un plazo de tres a cinco años. Según el BCRA, desde 2012 esto le permitió asignar préstamos por más de $ 110.000 M.

Exportaciones

El acceso a los mercados externos y a la internacionalización de la producción es quizás uno de los principales desafíos pendientes de las Pymes. La Cámara Argentina de Exportadores muestra que, si se excluyen a las microempresas, el segmento Pyme no supera el 10% del total de exportaciones.

Marcelo Elizondo (DNI) afirma que es necesario mejorar las negociaciones económicas internacionales para permitirle a las Pymes el acceso con menor carga arancelaria y condiciones regulatorias armonizadas. “Hay que modernizar la promoción comercial externa, pensando en facilitarles la participación en las cadenas mundiales de valor”, explica.

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