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Macri saca una diferencia

El jefe de Gobierno se distancia de Scioli y Massa

01 marzo de 2015

La situación de “triple empate” en el pelotón de arriba (Mauricio Macri, Daniel Scioli y Sergio Massa), todos con intenciones de voto de entre 20% y 25% y que caracterizó el año 2014, empieza a desdibujares y el jefe de Gobierno parece estar creciendo a costa del diputado nacional e intendente de Tigre. Está claro que el núcleo más dinámico de la campaña electoral es la competencia entre Macri y Massa. Se disputan segmentos similares del electorado y quizás el primer cordón del GBA sea el principal terreno de esa pelea. En otras palabras, lo que Massa pierde, Macri lo gana.

Eso parece confirmar una encuesta dada a conocer por Management & Fit, una de las consultoras más reputadas del mercado, dada a conocer el domingo 22. La misma ubicó a Macri con 28% y a Massa, casi 10 puntos atrás. Mientras que Scioli, con 24%, lograba cuidar su parcela.

Los motivos del crecimiento de Macri son varios, pero uno de ellos es que ha logrado más avances en la construcción de un armado nacional, un punto en el que ambos flaquean. El jefe de Gobierno sumó a Lole Reutemann y selló el pase de Gustavo Posee, intendente de San Isidro, que podría ser la carta amarilla en el estratégico distrito de Buenos Aires. Claro que antes le deberá ganar la primaria a María Eugenia Vidal a quiene Macri “no piensa soltarle la mano”, como confirmó este sábado. Al movimiento de Posee podrían sumarse algunos más en los próximos días.

El acercamiento de Reutemann a Macri es, además, todo un gesto simbólico: un peronista disidente que opta, en vez de irse con Massa, quien iba a ser, teóricamente, el receptor de los garrochistas del PJ, aliarse a un extrapartidario. “Macri es quien más representa el cambio”, dijo el santafesino.

Pero, además, Macri tiene otro punto a favor de su candidatura: el calendario electoral. La secuencia de elecciones escalonadas promete aumentar la masa crítica en torno a su candidatura. En Santa Fe, Miguel del Sel podría dar un batacazo el 14 de junio o, cuanto menos, hacer otra buena elección, mientras que Massa no tiene candidatos competitivos allí. Una semana después, Macri también podría subirse al escenario para festejar la victoria de Alfredo Cornejo en Mendoza. Si bien Massa también apoya al candidato radical, el mayor acercamiento es con el PRO. Dos semanas después, tanto Gabriela Michetti como Horacio Rodríguez Larreta podrían ganar la Ciudad. Massa no tiene candidatos propios competitivos en ninguno de los dos distritos y en la Ciudad debió terminar arreglado con sectores marginales de la oferta política.

A menos de un mes de las PASO, todo esto se traduciría en un fuerte envión para Macri, que lo convierta en el receptor del “voto estratégico” de quienes pretenden vencer al kirchnerismo en las urnas.

A Massa le queda la opción de acercarse más a la UCR (el lazo con ese partido es el senador Gerardo Morales) para captar sus votos en la primera vuelta del 25 de octubre o apuntar, más bien, a seducir a una parte del electorado peronista que hoy se inclina, mayoritariamente, por Scioli que le ganaría por amplia diferencia en las primarias a Florencio Randazzo. Su objetivo es que sea él, y no alguien del FpV, el que llegue a la segunda vuelta en la que Macri aparece, al menos según las encuestas, como número puesto. Ahí Massa sabe que su condición de peronista emparejará las cosas.

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