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El atraso cambiario rinde pero complica la herencia para el 2016

El tipo de cambio tiene costos grandes a futuro

16 marzo de 2015

La estrategia de mantener el “billete” dormido empieza a rendir. “La actual estrategia de anclaje del tipo de cambio nominal comienza a rendir sus frutos en términos de desaceleración de la inflación y estabilización de los salarios reales”, dicen desde el Banco Ciudad. Todos coinciden. Gracias al tipo de cambio cuasi fijo, la inflación bajó varios peldaños y el salario real dejó de deteriorarse. Si las paritarias cierran por encima de la inflación proyectada, que ya es menor a 30%, podrían incluso subir un poco y justo antes de las elecciones. Asimismo, medidos en dólares, también crecerán. El Gobierno hace la misma apuesta que en 2010 y 2011, aunque en un contexto macro mucho más apremiante. “Este año va a haber una pequeña recuperación del salario real”, admitió el economista Orlando Ferreres. No es un dato menor.

Pero, advierten desde el Ciudad, esta estrategia, como las mentiras, tiene patas cortas. “Más allá de su evidente insostenibilidad en el mediano plazo, a corto plazo la menor nominalidad a la que se mueve la economía impacta de lleno en la recaudación tributaria, lo cual obliga al Gobierno a descansar de manera creciente en la emisión monetaria para financiar el gasto público en el año electoral, volcando pesos al mercado que podrían renovar las presiones cambiarias en los próximos meses”, explican y agregan que el contexto global también está presionando. “Paralelamente, desde el frente externo, el fortalecimiento del dólar en el mundo también pone bajo presión la actual estrategia cambiaria”. Pero barrer problemas bajo la alfombra no es una solución. “Claramente, el problema de la actual estrategia oficial es la insostenibilidad del retraso cambiario, que cuanto más pronunciado resulte en 2015, mayor será la corrección requerida en un futuro”. Nada de esto parece preocupar al equipo económico, guiado por el mantra de la desinflación y el dólar quieto.

Sin cambios

Por eso, mientras tanto, desde el MEcon, no hay indicios de cambios y eso arroja un manto de duda sobre el futuro de la pax nominal de la economía. “It's up to you?Axel”, dicen desde Analytica. “Es Axel (Kicillof) quien tiene la posibilidad de hacer de la pax cambiaria más duradera. Si continúa en este esquema de dominancia fiscal y sin financiamiento externo, los costos para el nivel de actividad serán crecientes”, explican. “Además de tener la llave de los dólares, Axel también puede contribuir a quitarle presión a la maquinita, el mayor riesgo que enfrena la estabilidad cambiaria”, explica el informe de la consultora. Pero difícilmente haya moderación fiscal en un año electoral. ¿Habrá emisión de deuda? Los astros están alineados (“el rendimiento de los bonos argentinos es tentador”, dicen en Analytica), no se sabe qué hará el equipo económico.

Así las cosas, los fundamentals seguirán su curso de deterioro y la pax nominal podría resquebrajarse. ¿Cuándo? Esa es, hoy, la pregunta del millón.

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