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"El área sembrada cayó 2 M de hectáreas en los últimos 5 años"

Entrevista a Gustavo López

12 septiembre de 2014

El consultor Gustavo López, director de Agritrend, repasa los temas más importantes que preocupan al agro hoy en día. Asimismo, también aporta una mirada más estructural, en referencia a la pérdida de mercados de la Argentina y al estancamiento productivo del último lustro. A continuación, la entrevista completa.

¿Qué balance hace de la actualidad del sector agropecuario?

Estamos transitando dos ciclos complejos. El que estamos terminando, con una merma en los precios internacionales que no es menor. Si uno mira la caída contra la serie de las últimas dos décadas, la caída no es tan fuerte. La supercosecha del Hemisferio Norte está afectando a los precios, pero siguen siendo valores interesantes retrospectivamente. Todavía tenemos mucha soja por vender. El productor tiene mucha incertidumbre y, si bien están cayendo los precios y hay algunas maneras de vender portegiéndose, están tratando de mantener su producción como un resguardo de valor. Por eso, se ha vendido levemente más del 50%, cuando el año pasado a esta altura se había vendido casi el 70%. Hay una retención importante. Y ahora nos encaminamos a una nueva cosecha, que va a ser compleja con estos precios que no ayudan demasiado en el caso de los granos forrajeros y en el de la soja, que de todas maneras seguirá siendo preponderante.

¿Cuál es su pronóstico de producción para la campaña 2014/2015?

Es factible que sigamos en torno a los 54-55 millones de toneladas en soja y en el resto habrá un ajuste por una merma en el área sembrada en el caso de los granos forrajeros y un trigo que no viene tan bien como lo esperado. Había muchas esperanzas en materia climática, pero está lloviendo demasiado y eso está interfiriendo en las cosechas. De todas maneras, hay un tema de fondo y es que, en lo referido al área sembrada y hablando de los cinco principales granos, hay una tendencia a la baja. Hemos perdido casi dos millones de hectáreas. Es un tema importante. El otro tema es que, desde la óptica de la producción, estamos totalmente estancados. En el último quinquenio logramos llegar a las famosas 100 millones de toneladas, pero ahí nos estancamos. Y si miramos a Brasil vemos que creció casi 10 millones de hectáreas en el último quinquenio con respecto a las 48 millones de hectáreas que tenían bajo siembra. Es decir, 20%. Y creció, desde los 150 millones de toneladas previos, unos 50 millones más. Es decir, en el mismo contexto global, pero con otras políticas hacia la producción, creció a un ritmo acelerado y de alguna manera tomó la posta que la Argentina tenía antiguamente. Por ejemplo, durante varias décadas fuimos el segundo exportador mundial de maíz y ahora estamos cuartos. Además de Brasil, nos superaron los soviéticos, es decir, la dupla Ucrania-Rusia. Estos eran dos mercados argentinos pues le vendíamos maíz a los brasileños y a los rusos. Lo hemos perdido. También perdimos el complejo girasolero, que hoy está en su mínima expresión. Ni qué hablar del trigo, pues estamos produciendo muy poco y tenemos uno de los saldos más bajos de los últimos 40 años. Y estamos orientados a la producción de soja, que no es menor, pero nos encontramos sumamente concentrados en esa oleaginosa.

Pese al discurso, la producción de soja nunca termina de desalentarse genuinamente porque hay motivos políticos detrás por lo que aporta, principalmente, en materia de divisas, pero también por el Fondo Federal Solidario (FFS), que permite que todas las provincias del país reciban algo de esa producción.

Sin dudas. En ingreso de divisas, el complejo está aportando más del 80% y en materia fiscal, más aún.

Precisamente por ello no hay ningún motivo político para revertir esta situación.

En este marco tan sojadependiente es una buena oportunidad para redefinir las políticas para el resto de los cultivos, máxime cuando estás planteando una situación productiva que, desde el punto de vista de los recursos naturales, no es muy sostenible en el tiempo. Si bien en su momento se dijo que la soja generaría efectos positivos, como la fijación del nitrógeno y otras cuestiones biológicas, su cultivo permanente es tan nocivo como el de cualquier otro producto y es necesario hacer una rotación, pero hoy en día eso es casi imposible.

¿Qué pasa específicamente con el trigo, habida cuenta de que tenemos a un comprador potencial, como Brasil, que por cuestiones climáticas no puede ser un productor importante?

Ellos tienen sus programas de autoabastecimiento, pero es muy difícil alcanzarlo y enfrentan problemas de calidad serios. Por eso nosotros somos sus abastecedores naturales, pero con una política tan limitada (ROE's y derechos de exportación) sobre el trigo, cada vez se pierden más los incentivos con este cultivo. En este ciclo, hemos producido 9,5 millones de toneladas, y con chances claras de vender 3 millones, un saldo muy bajo. Pero sólo se permitieron vender 1,5 millones. Recordemos el final del ciclo de Guillermo Moreno, en el que se habían permitido exportaciones de más y llegamos con el último aliento, y en este ciclo se restringen y ahora pasamos a otro ciclo con un stock de 1,5 millones o más, relativamente alto y bastante inaudito con la escasez de dólares que hay. Esto no creo que cambie. La intervención, para este cultivo en especial, ha sido nefasta. Tendríamos que estar cerca de las 6 millones de hectáreas y hoy estamos apenas por encima de la mitad. Y produciendo 16-17 millones de toneladas, pero nos cuesta superar los 9-10 millones.

Hablaba de la retracción del área sembrada, que estima en 2 millones. ¿Qué se puede hacer para que vuelva a crecer en los próximos años?

Un factor central es la presión tributaria que tiene el agro hoy en día, y sobre todo en el actual marco de precios. Pensemos que el 60% de la producción se hace en campos arrendados y las rentabilidades son muy bajas, y caen cuanto más nos alejamos de los puertos de salida. Hay que rever este tema, así como el del gasoil, cuyo precio se está escapando. Y, obviamente, las retenciones.

Se está hablando mucho de retenciones en los próximos meses porque estamos en vísperas de un año electoral. ¿Vos crees que hay margen para cambios luego de 2015? ¿Sería viable?

En el marco de la recaudación total, los derechos de exportación, excluyendo a la soja, son marginales. Algunos, irrisorios. Pensemos en el girasol. Eramos líderes mundiales y hoy estamos relegados al cuarto o quinto puesto. La recaudación anual que aporta el complejo es de $180 millones. Es decir, con pequeñas modificaciones podríamos avanzar hacia una nueva estructura de la canasta productiva argentina y con una recuperación notable. Hay demasiada pérdida de producción para tan poca recaudación.

¿Qué evolución espera que tengan los precios en los próximos meses?

A los precios de las commodities los veo estables, aunque con una leve tendencia a la baja de ahora hasta la próxima cosecha. Luego, va a confluir con otro ciclo de precios algo más deprimidos. Hay que ver qué pasará con la próxima cosecha de EE.UU. Esperemos que no sea tan buena.

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