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#Kicillof 2015

¿Tiene futuro político?

08 agosto de 2014

En el oficialismo hay quienes piensan que Axel Kicillof debería formar parte de su oferta electoral en 2015. Los encuestadores que midieron su imagen se encontraron con un resultado previsible: las opiniones negativas predominan ampliamente sobre las positivas. ¿Entonces por qué algunas figuras del kirchnerismo lo impulsan? Es que Kicillof aparece como el abanderado y la voz cantante de una causa que hoy tiene apoyo popular: rechazar el fallo del juez Griesa y atacar a los fondos buitre.

¿Alcanza? No parecería suficiente porque las consecuencias del default ?o como se lo quiera llamar? se harán sentir sobre la actividad económica. Es probable que la recesión sea mayor y consecuentemente el mercado laboral se debilite aún más. Durante la gestión de Kicillof, cae la actividad económica, la inflación se mantiene alta, se reducen las exportaciones, la tasa de inversión es pobrísima y se estancó la creación de empleo privado. Nada de esto se va a modificar en los once meses que faltan para oficializar los candidatos. No parece una buena plataforma de lanzamiento para un ministro de Economía.

Pero no se trata de un hecho novedoso porque otros ex ministros en el pasado se lanzaron a la carrera electoral. Los casos anteriores fueron de ministros que amplios sectores de la sociedad consideraban exitosos en ese momento. Domingo Cavallo ?a quien muchos sectores le reconocían el mérito de la estabilidad económica luego de años de alta inflación? obtuvo un buen resultado en las elecciones presidenciales de 1999. Varios años después ?en 2007? Roberto Lavagna ?el ministro asociado con la recuperación de la economía luego de la gran crisis de 2001? obtuvo el 17% de los votos en las presidenciales. Bastante más que Cavallo pero para obtener ese resultado tuvo que hacer una alianza con la UCR mientras que su antecesor había fundado su propio partido: Acción por la República.

El único caso conocido hasta ahora de alguien a quien le fue mal como ministro y tuvo revancha en la política fue Martín Lousteau. En marzo de 2008 puso en marcha la resolución 125, las famosas retenciones móviles, que terminó con la primera derrota política sufrida por el kirchnerismo. En los años posteriores, Lousteau mantuvo una alta exposición pero asociado a un perfil que poco tenía que ver la construcción tradicional de una figura política. Así pudo llegar tener un desempeño interesante en las primarias de UNEN en la CABA en 2013 y hoy se perfila como uno de los animadores de la sucesión de Mauricio Macri.

Kicillof no puede ser el nuevo Lavagna. ¿Qué podría tener a su favor? Una estructura política ?el kirchnerismo duro? que lo respalde y un discurso que prende en algunos sectores de la opinión pública. Cuenta también con el apoyo de la Presidenta, que conserva un nivel de adhesión relevante en determinados grupos sociales. Una resolución más o menos favorable del juicio a los buitres ?lo cual quiere decir que no se paga la sentencia de Griesa tal cual está y a pesar de ello no se produce un agravamiento de la situación económica? podría ayudar al posicionamiento de Kicillof.

De todas maneras, parece insuficiente para remontar una elevada imagen negativa ?el peor punto de partido para cualquier que aspire a ser candidato? que es consecuencia de los indicadores decepcionantes que muestra la economía argentina. Como esos datos no se revertirán significativamente, tampoco lo hará la imagen del ministro que, por otra parte, tampoco tiene una trayectoria política propia para exhibir. Así las cosas, no parece razonable pensar que Kicillof pueda formar parte de la oferta del oficialismo en 2015. Pero pensar en diferentes opciones frente a un proceso electoral que se vislumbra complicado, como lo es en este caso para el kirchnerismo puro, es un ejercicio lógico y legítimo en la actividad política.

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