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Soja récord y problemas de rentabilidad

Cosecha 2013/2014

30 diciembre de 2013

El sector agropecuario y sus cadenas agroindustriales enfrentan un 2014 con muchos desafíos. Desequilibrios macro, problemas de rentabilidad, política económica no favorable. Ciertas expectativas se renovaron con el cambio de ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca. La acumulación de problemas se enfrenta a una cosecha récord en soja, profundizando las debilidades del modelo productivo generadas por la intervención de la política pública al minimizar la rotación y la sustentabilidad.

Política agropecuaria

La política agropecuaria persiste con conceptos que ya demostraron su fracaso. Cuando el agro produce fuerte, genera mayores exportaciones que, con el tiempo, aprecian la moneda, y así se genera una “enfermedad holandesa” con atraso cambiario sobre bienes transables de menor competitividad, como la industria manufacturera y esto, se asegura, termina reduciendo el salario industrial. Por otra parte, como la Argentina exporta bienes-salario (carne, trigo, maíz), éstos encarecen su precio interno. Por último, la renta del agro crece, y la visión intervencionista supone que esto va a generar subinversión, con lo cual el Estado deber capturar parte de esa renta. Por ejemplo, con retenciones a las exportaciones. De esta visión, llevada al extremo desde 2006 en adelante, se llegó a los ROE's, retenciones, cuotas, subsidios, etcétera.

Pero termina históricamente igual: se ahoga la producción, cae la oferta, caen las exportaciones y los precios internos de los bienes-salarios suben. Ya fracasaron en el pasado e insisten con esta propuesta, que tampoco afecta el salario industrial, pues la manufactura ya no es el gran generador de empleo desde que la ingeniería electrónica y los sistemas reemplazaron a la mecánica.

Tendencias productivas 2014

Cabe señalar que la producción agropecuaria se encuentra tendencialmente estancada desde 2008/ 2009. En el quinquenio 2009- 2013 ha registrado una producción promedio de 93 millones de toneladas. Si se quita el año 2008 (severa sequía más crisis del campo, con 67 millones), el promedio arroja 99 millones. Esto se debe a los desincentivos de política económica (ROE's, retenciones, cuotas, prohibiciones, precios máximos, subsidios cruzados, etcétera). Por otra parte, cabe recordar que, como señalan los meteorólogos, el país gozó de unos 25-30 años de alta humedad entre comienzos de los '80 y hasta 2008.

Desde entonces se habría ingresado en una fase climática seca ?nada que ver con el calentamiento global? de otros 25 años. Esto ya se habría reflejado en las sequías de 2008 y 2011. Con lo cual, de los últimos cinco años, dos fueron malos climáticamente, lo que cambia un poco las tendencias productivas. De este modo, se suman una política económica que no favorece a la producción con nuevas tendencias climáticas poco estimulantes y que invitan a diversificar la producción. La política oficial no colabora pues incentiva la sojización en desmedro del trigo y del maíz. Así, para 2014, la previsión de producción de soja a diciembre alcanza a un récord de 55,3 millones de toneladas, con 25,5 millones de maíz (casi 1 millón menos que en la campaña previa), magra producción de trigo de 10 millones de toneladas, sorgo estable en 4,4 millones, y girasol y cebada en baja. Esto arrojaría una producción total récord de 105 millones de toneladas, con la salvedad de que la mayor sojización conspira contra la sustentabilidad del suelo.

La perspectiva de precios internacionales es ambigua. Para soja, el USDA estima que EE.UU. tendrá una producción muy alta (de unos 89 millones de toneladas) mientras que Brasil también apunta alto, con otras 88,7 millones. Ambas ofertas serían superiores a las de los dos años previos, con lo cual los precios podrían tener una tendencia levemente bajista, dato relevante para la economía argentina en un 2014 que parece tener una tendencia de muy bajo crecimiento económico.

Por el lado de las economías regionales, se advierte una continuidad de los problemas de rentabilidad por una suma de factores: inflación, presión de costos de insumos más salariales y tipo de cambio apreciado. Pese a la persistente devaluación del peso promovida por el BCRA, el tipo de cambio oficial no logra quebrar una brecha de 50% con el tipo de cambio blue, lo que perjudica las decisiones de inversión y la rentabilidad de varias actividades. Por citar algunos casos, la industria vitivinícola viene reemplazando exportaciones de vinos por mosto, reduciendo el valor agregado, mientras que las olivícolas o de frutas, como manzanas y peras, muestran una perspectiva compleja.

En prospectiva

Como el país es muy competitivo en recursos naturales, creemos que está claro que se debería dejar crecer su potencial productivo. Esto aumentará su oferta, con ello habrá boom de exportaciones y divisas, y la oferta sobrará en el mercado interno. Para esto hacen falta nuevos consensos, hecho que por el momento parece tener que esperar.

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