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América Latina

Las proyecciones para 2014

21 diciembre de 2013

El PIB de América Latina y el Caribe, según la Cepal, crecerá 2,6% en 2013, medio punto menos que el 3,1% registrado en 2012. Vale recordar que en 2010, la economía de la región crecía cerca de 6% y en 2011 entre 4% y 5%. En términos de PIB per capita, la región mostró un avance de 1,6% en 2013, casi medio punto menor al 2% de 2012. Comparado con el crecimiento promedio de 3,7% del PIB per capita de 2004-2008, la desaceleración de la región luce más aguda. Sin embargo, advierte la Cepal, la desaceleración del crecimiento responde al bajo nivel de expansión de México (1,3%) y Brasil (2,4%): juntas explican 63% del PIB global. El crecimiento regional, neto de ambos países, cerraría 2013 en 4,1%.

Motores

En términos desagregados, el consumo explicó 2,8 puntos del crecimiento regional este año y la inversión, 0,9 punto. En tanto, las exportaciones netas (superávit comercial) le sustrajeron 0,8 punto al crecimiento del nivel de actividad regional. Dentro del rubro del consumo, el privado fue el que lideró la alza (con una suba interanual de 4,3%) pues el consumo público se expandió 2,5%, la menor tasa desde 2003. La Cepal recuerda que la tasa de inversión, medida en dólares corrientes y como porcentaje del PIB, apenas supera el 21% y se encuentra muy lejos del 30%, o más, que exhiben las economías más dinámicas del Asia-Pacífico.

“El comercio, la construcción y los servicios financieros y empresariales fueron los sectores que mostraron mayor dinamismo”, afirma el trabajo.

Masa salarial

Si bien el consumo privado sigue liderando el crecimiento, la masa salarial ya no crece como en otros años. En términos absolutos, la tasa de desempleo registraría una modesta baja de 0,1 punto a lo largo del año: de 6,4% a 6,3%. Pero no por un aumento del empleo sino por una caída, aunque módica, de la oferta laboral, esto es, de la gente que participa, con empleo o sin él, en el mercado de trabajo. La cara positiva de este fenómeno, dice la Cepal, es que aumentó la productividad laboral. Asimismo, el crecimiento de los salarios reales se redujo moderadamente.

“La desaceleración de la generación de empleo y los menores incrementos de los ingresos laborales reales incidieron en una expansión menor de la masa salarial. Mientras que en 2012 se registró un aumento de la masa salarial del 5,4%, en 2013 (promedio ponderado de 9 países), este se habría desacelerado a 2,7%, lo que debilitó el aumento del consumo de los hogares como factor dinámico de la demanda y, de esta manera, motor del crecimiento económico”, añade el documento.

Recuadro I: Pobreza e indigencia, estancadas

La tasa de pobreza y de indigencia de América Latina siguen bajando, pero a un ritmo cada vez más lento. Según el Panorama Social de América Latina 2013, de la Cepal, la pobreza afectaría a 164 millones de latinoamericanos (27,9% del total). Es la misma cifra bruta que en 2012, aunque el organismo destaca que, en términos relativos, la tasa de pobreza cayó 0,3 punto desde el 28,2% de 2012. De los 164 millones de pobres, 66 millones (11,5% del total) son indigentes. La tasa de indigencia subió 0,2 punto con respecto a 2012, lo que equivale a 2 millones de personas. Vale recordar que la Cepal usa las cifras oficiales de la Argentina, que subestiman en 4 o 5 veces las cifras de pobreza e indigencia reales. “La Cepal está llevando a cabo un proceso de actualización de las estimaciones de pobreza”, explica el documento.

El otro punto a destacar del informe es que la fuerte reducción de ambos indicadores desde 2002 (15,7 puntos en el primer caso y 8 en el segundo) reconoce dos etapas. En la primera (2002-2007) el número de pobres se redujo a una tasa anual promedio de 3,8% y el de indigentes, a una de 7,1%. En la etapa 2007-2012, el porcentaje cayó a 2,5% en el caso de la pobreza y a sólo 0,9% en el caso de la indigencia. Como hemos visto, en 2012-2013 el ritmo de caída no sólo se redujo aún más en el caso de la pobreza sino que se revirtieron las mejoras en el caso de la indigencia. El tan declamado “crecimiento con inclusión social” debe volver a ser el eje de la política económica en toda la región.

Recuadro II: Las cuentas externas son cada vez menos holgadas

Países

Reservas internacionales brutas (hasta octubre en millones de US$)

Balanza de cuenta corriente (proyección en millones de US$)

Balanzas de capital y financiera (proyección en millones de US$)

Brasil

364.505

-77.624

73.024

México

177.162

-17.568

29.368

Argentina

33.232

-2.971

-7.087

Perú

66.453

-11.690

14.094

Colombia

43.298

-12.453

18.278

Chile

40.817

-7.725

7.234

Las cuentas corrientes de las economías latinoamericanas profundizarán su déficit este año, según el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe que publicó recientemente la Cepal. En promedio, el rojo de la cuenta corriente pasará de 1,8% del PIB en 2012 a 2,5% este año. En términos absolutos, de US$ 98.433 millones a US$ 141.452 millones. “El crecimiento de las importaciones y el estancamiento de las exportaciones”, sostiene el documento, es uno de los motivos, pero no el único. Las ventas externas de la región ya no crecen a tasas de 25% como en 2010 y 2011. En 2012, el crecimiento había sido de un magro 2,6% y en 2013 las proyecciones apuntan a un virtual estancamiento (+0,4%). La cifra es en promedio, lo que esconde la caída interanual de las exportaciones en algunos países.

El superávit de la balanza de bienes de la cuenta corriente pasó de 0,9% del PIB en 2012 a 0,3% en 2013. La debilidad exportadora responde a varios motivos. Uno de ellos es la reducción en los términos de intercambio.

Términos de intercambio

“Desde mediados de 2011 los precios de varios productos básicos de exportación de la región han mostrado una tendencia a la baja, lo cual correspondería a un proceso de estancamiento o de disminución gradual de precios a mediano plazo, resultante entre otras cosas de la moderación del crecimiento de China, el principal destino de varios productos primarios de la región, el bajo dinamismo de las economías desarrolladas y un aumento de la oferta de estos productos al nivel mundial”, explica la Cepal. Según el informe, los términos de intercambio caerían 2,5% en el año en toda la región. En América del Sur, la caída ascendería a 2,8%, “principalmente por la tendencia a la baja de los precios de los productos mineros y metálicos, que implica un deterioro del 4,6% de los términos de intercambio de Chile y Perú”.

Pero la balanza de bienes es sólo una de las caras de la creciente vulnerabilidad externa de las economías de la región. “El menor dinamismo de los flujos turísticos en la mayoría de los países contribuyó a consolidar el déficit de la balanza de servicios, que se mantuvo en 1,4% del PIB. Asimismo, el estancamiento de los influjos de remesas, atribuible a la contracción en el caso de México (principal receptor de remesas de la región), se tradujo en una disminución del superávit de la balanza de transferencias. Por su parte, el déficit de la balanza de renta, medido en términos del PIB, aumentó levemente en comparación con el nivel del año anterior”, explica el documento.

La balanza de rentas, agrega el informe, arrojaría un rojo de 2,5% del PIB, principalmente debido a los aumentos de egresos por parte de México (+8,8%) y del Brasil (+6,9%). Según el trabajo, “estos egresos son en su mayoría remesas de utilidades de empresas extranjeras que operan en la región”. En tanto, las transferencias corrientes, que consisten sobre todo en remesas enviadas por trabajadores de la región que trabajan en el exterior, cayeron levemente y terminarán el año en 1% del PIB.

Cuenta financiera

Por el lado de la cuenta financiera, no hubo muchas novedades y el superávit se mantuvo en niveles similares: US$ 179.483 millones (2012) y US$ 184.887 millones (2013). La Cepal expresa que “el flujo del financiamiento externo neto hacia la región se mantuvo estable, con muy pocos cambios de nivel durante 2013”. De todas maneras, el magro saldo neto entre ambas cuentas (corriente y financiera) implicó que la región, en su conjunto, dejara de acumular reservas. “Sólo a inicios de la década de 2000 se apreció una acumulación tan reducida de reservas”, expresa el trabajo.

Las reservas totales de la región llegan a US$ 830.000 millones, la misma cifra con la que terminaron 2012.

En términos desagregados, el alza en la Inversión Extranjera Directa (IED) y las inversiones de cartera compensaron la huída de los capitales más volátiles, que podría profundizarse una vez que la Reserva Federal de Estados Unidos altere el sesgo de su política monetaria. Los números no dejan lugar a dudas: las cuentas externas son cada vez menos holgadas y tienen un panorama incierto.

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