“En los primeros nueve meses del año, el precio de la carne de res se elevó 9% con relación al mismo período de 2012, mientras que el cerdo creció sólo 5% y el pollo literalmente voló con un incremento del 23%. Y esto mismo se vio reflejado en las decisiones de compra del consumidor: mientras que las compras de cerdo crecen a un ritmo de 21,3%, las de res suben un 9,5%, y el consumo de pollo cae 1,3%”, sostiene un informe de abeceb.com. “Todo indica que el factor precio, como determinante de la selección del tipo de carne que consumen las familias argentinas, llegó para quedarse”, sostiene la analista Carolina Schuff, a cargo del informe.
“La buena noticia para todo el sector es que el consumo total consolidado de las tres carnes ya superó la marca de 2009, y se acerca a los 112 kilogramos anuales per capita. Esto implica, en los tres casos, una oportunidad para continuar ganando lugar en la mesa de los argentinos. Pero, a su vez, marca un techo en la posibilidad de aumento de precios en góndola, dado que en un contexto general de menor crecimiento económico, el consumidor ha ampliado su paladar y no duda en sustituir”, agrega.
Consumo de carnes en kg/habitante/año
Fuente: abeceb.com sobre la base de datos del IPCVA y Ministerio de Agricultura
Schuff destaca que el sector aviar logró compensar el estancamiento del consumo interno de esta carne al incrementar sus exportaciones, que suben más de 20% en el año. El desafío para toda la cadena, dice, es continuar consolidándose en un mercado interno más competitivo, y a la vez volver incrementar o recuperar inserción en el mercado externo a fin de ampliar la frontera de producción y encontrar nuevos nichos.
En el sector bovino, dice Schuff, han vuelto a aparecer luces de alarma. “La principal preocupación del sector bovino está puesta en el nivel de faena de hembras, que en septiembre alcanzó el 43%, que se considera como el nivel crítico”, sostiene y proyecta que el stock de cabezas podría terminar el año en 49,9 millones de cabezas.
