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Cepo cambiario

Más problemas que soluciones

20 septiembre de 2013

(Columna del economista Juan José Battaglia)

Durante septiembre el Gobierno pagó US$ 2.070 millones correspondientes al vencimiento del AS13, dejando las reservas cerca de los US$36.700millones (el último dato oficial del 7 de septiembre). La pérdida supera los US$10.000 millones desde la implementación del cepo en junio del año pasado.Promediando septiembre, el dólar oficial se ubica en $ 5,75, mostrando un aumento anualizado del 37%en los últimos dos meses.

Para proyectar la dinámica de las reservas y del tipo de cambio, en esta nota analizaremos la oferta y demanda de divisas a partir del balance cambiario para el primer semestre del año.Valiéndonos de los datos,explicaremos cómo mediante el cepo el Gobierno no solamente no pudo frenar la demanda de dólares sino que además instauró un fuerte desincentivo a la oferta, poniendo más presión en el mercado de cambios.

El Balance Cambiario es publicado trimestralmente por el BCRA. Se presentan los datos de las ope raciones realizadas en el Mercado Unico y Libre de Cambios (MULC), con el criterio de percibido (caja) y no de devengando como en el balance de pagos. Esto significa que la oferta y demanda que efectivamente se materializó en el período que da plasmada en el MULC.

Números y causas

En el primer semestre la cuenta corriente presentó un déficit de US$2.297 millones, mostrando un marcado deterioro en relación al superávit de US$7.634 millones del mismo período de 2012. Por primera vez en los últimos diez años, el país exhibe déficit en el primer semestre. Durante el período 2003-2012 la cuenta corriente mostró un superávit promedio semestral de US$6.544 millones. Este deterioro tiene dos componentes: la caída en el superávit de mercancías y el fuerte déficit del sector servicios.

En mi opinión, esto tiene su origen en dos cuestiones: la apreciación real sufrida en el último tiempo y las distorsiones causadas por el cepo cambiario.

La caída en el superávit de bienes estuvo explicada tanto por el aumento de las importaciones del 11% interanual como por la de las exportaciones del 5,4%. Desde el lado de las importaciones, resaltan las correspondientes al sector energético (US$5.351 millones), mostrando un crecimiento interanual del 12%. Vale remarcar que al igual que en 2010 y 2011 las importaciones superaron a los pagos durante el primer semestre, con lo cual habría que esperar que durante el segundo semestre los pagos superen a las importaciones, incrementándose de esta manera la demanda de divisas.

El principal importador de nuestra economía, la industria automotriz, efectuó pagos al exterior por US$8.782 millones, exhibiendo un crecimiento del 8,56% gracias a la fuerte recuperación experimentada por el sector y su dependencia de autopartes importadas.

En lo que respecta a las exportaciones, el sector de oleaginosas y cereales liquidó en el mercado US$14.800 millones, 11,59% por debajo del año anterior. Hasta el mes de agosto el sector llevaba liquidados US$17.517 millones, 5,8% más en relación al mismo período de 2012. Sin embargo, es muy marcado el retraso en la comercialización de granos y esto se ve plasmado en una menor oferta de dólares. Hasta el 4 de septiembre, se llevaban comercializadas 32,6 millones de toneladas de soja, el equivalente al 66% de la última cosecha. Para esta altura del año pasado la comercialización alcanzaba el 84,4% de la cosecha, mientras que considerando el promedio de los últimos cinco años el porcentaje ronda el 80%, lo que marca un claro retraso en la campaña actual. Los productores tienen incentivos a retener una parte de la cosecha dada la expectativa de poder liquidar a un dólar más alto en los próximos meses.

En el mismo sentido, la falta de alternativas de inversión que brindaría una tasa de interés positiva y la incertidumbre con respecto a la brecha entre el dólar formal e informal impulsan la conservación del grano como un ahorro (a pesar de perderse el spread de precios entre la vieja y la nueva cosecha). Aun con importaciones pisadas por restricciones, el balance comercial presenta un claro deterioro y es cada vez más dependiente de los dólares del complejo oleaginoso. En los próximos meses, el sector agroexportador podría traer algún alivio de brindarse los incentivos adecuados, aunque esto no cambiaría los problemas estructurales.

El segundo factor que impulsó el déficit de cuenta corriente es la reversión en el balance de servicios. El cepo es claramente un punto de inflexión. En el primer semestre, el déficit superó los US$ 4.533 millones. Este comportamiento se explica por los egresos netos del turismo. Estos alcanzaron los US$3.514 millones, lo que representa nada menos que el 70% del superávit de mercancías. Dicho de otro modo, por cada dólar neto que exportamos, 0,70 centavos fueron a financiar el déficit del turismo.

Vale recordar que durante el 2003-2011 el turismo fue oferente neto de divisas por más de US$ 1.100 millones al año. Este comportamiento tiene varias razones. La primera es que a pesar del recargo del 20% para pagos con tarjetas, por la brecha cambiaria y la inflación local todavía es conveniente en muchos casos vacacionar en el exterior. El segundo factor es que una parte de la compra de dólares turistas funciona como mecanismo de atesoramiento. Por último, y muy importante, el cepo también retrajo la oferta. Mientras que antes un turista del exterior vendía sus dólares en el mercado oficial, ahora los vende en el mercado informal.

Los ingresos por los gastos de turistas no residentes en el país cayeron 44% y 52% en relación a los primeros semestres de 2012 y 2011, respectivamente.

La otra cuenta

Por el lado de la cuenta capital y financiera, el balance para el primer semestre mostró un déficit de US$2.997 millones, claramente por debajo del promedio de los últimos cinco años (US$6.830 millones). La implementación del cepo cumplió con su principal objetivo de reducir drásticamente la formación de activos externos. En sentido contrario, las cancelaciones netas de préstamos financieros en dólares aumentaron fuertemente.

Resulta muy provechoso financieramente para las empresas cancelar deuda en moneda extranjera al oficial e incluso adelantar pagos para poder acceder a la divisas a $ 5,75. Por último, el pago de vencimientos en moneda extranjera de la deuda pública con reservas provocó una salida de US$ 2.400 millones en el primer semestre. En total, desde el 2006 y con el último pago del AS13, se han utilizado más de US$39.000 millones de reservas para cancelar deuda del Tesoro.

Como conclusión, la reversión en la formación de activos externos fue más que compensada por los pagos netos de préstamos financieros en el exterior, la amortización de vencimientos de deuda pública con reservas y, fundamentalmente, por el deterioro del balance de mercancías y los egresos de divisas del turismo. El cepo no sólo no resolvió la cuestión de fondo sino que incluso aceleró su dinámica.

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