“La evolución de la rentabilidad empresarial es un insumo siempre importante para el análisis de las perspectivas de la economía local”, sostiene la consultora Federico Muñoz & Asociados. ¿Qué ocurre si se miran los números de las 71 empresas cotizantes en la Bolsa de Buenos Aires? La consultora calcula la evolución de la mediana de dos ratios claves ?Utilidades/Ventas y Utilidades/Activos-.
¿Qué dicen los números del segundo trimestre? “Con los balances actualizados, podemos apreciar que ambos ratios están reflejando una caída ostensible de la rentabilidad empresarial. De hecho, los dos indicadores prácticamente han equiparado los niveles a los que cayeran en ocasión de la recesión de 2009, los más bajos en la era K. Hay que tener en cuenta además que la imposibilidad de ajustar los balances por inflación implican una sobreestimación de las ganancias, por lo que el deterioro de la rentabilidad sería entonces más severo aún”, dice el trabajo.
Si bien hubo factores cíclicos (como la fuerte desaceleración económica), en la consultora creen que la merma de las ganancias empresariales tiene una raíz más estructural. “Sea por el retraso cambiario, por el fuerte aumento de los costos laborales o por la mayor presión impositiva, creemos que la rentabilidad empresarial difícilmente retorne a los niveles previos, aun cuando la economía se apresta a salir de la recesión e iniciar una (probablemente lenta) recuperación”.
Este declive preocupa por dos motivos. En primer lugar, esas abultadas ganancias financiaron los relativamente elevados niveles de inversión de los últimos años. “Con ganancias en baja y, encima, con un deterioro ulterior evidente en el clima de negocios, la inversión reproductiva promete ingresar en una etapa mucho menos dinámica”. En segundo lugar, la merma de la rentabilidad empresarial también debiera aplacar la pujanza del mercado laboral. “Empresas ahogadas económica y financieramente no constituyen un contexto propicio para el aumento del nivel del empleo”.
