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El complejo sojero y automotor

Explican 40% de las exportaciones argentinas.

12 junio de 2012

La dinámica de la economía local tuvo algunos cambios importantes en los últimos nueve años. De repente, las exportaciones pasaron a ser un componente esencial del ciclo de crecimiento tanto por ser una usina de generación de divisas como por su aporte al Producto Interno Bruto (PIB). El año pasado, por comercio exterior ingresaron al país US$ 83.950 millones, explicando un monto equivalente a casi el 20% del producto. Así, en nueve años no sólo las ventas al mundo se multiplicaron por 3,3 veces medidas en dólares, sino que su participación en la producción pasó de un promedio de apenas 8,2% en la década de los '90 a ser responsables del 20% del PIB.

Pero dentro de la canasta de exportaciones hay dos productos estrellas: soja y autos. Sólo esos dos productos concentraron el año pasado el 37,2% de los envíos al mundo, un porcentaje más que indicativo de la fuerza de esos dos sectores como motor del crecimiento económico argentino y de su poder para darle fortaleza cambiaria al país mediante la generación de divisas.

De acuerdo con datos del INDEC, sólo las exportaciones del complejo sojero alcanzaron los US$ 20.561 millones en 2011, monto equivalente a nada menos que un cuarto de las ventas al mundo. La participación de este sector en la canasta de exportaciones viene creciendo sistemáticamente de la mano de los excelentes precios internacionales y del boom de producción que a partir de ello se generó. En 2001, por ejemplo, el complejo sojero apenas exportaba US$ 4.710 millones y equivalían al 17% de las ventas externas. Hoy, de la mano de la fuerte demanda de China y de la Unión Europea, el complejo sojero exporta 4,4 veces más y su participación en la canasta de exportaciones subió ocho puntos porcentuales. Dentro del complejo sojero sobresale el aumento de la participación de los aceites de soja.

Un proceso similar se está dando en el complejo automotriz, el cual involucra no sólo a los envíos de vehículos automotores sino también de chasis y autopartes. El año pasado ese clúster exportó productos por US$ 10.627 millones, explicando 12,7% de las ventas externas argentinas. La fuerte expansión de las exportaciones de esos productos comenzó a partir del año 2004, impulsadas por la reactivación del Mercosur y el desarrollo de nuevos mercados, entre ellos México y la Unión Europea. De todos modos, el principal destino de los productos automotrices es el Mercosur, hacia donde se dirige casi 80% de los envíos y, principalmente Brasil, que hoy se lleva la mayor parte de los autos que fabrican las terminales locales.

El complejo automotriz es un sector que, junto a la soja, viene liderando el proceso de crecimiento en las ventas externas. Para tener una idea, en el año 2005 las ventas externas de autos explicaban sólo 8,5% del total de exportaciones y hasta el año 2001 su participación era menor aún. Hoy, todo el sector automotriz y de autopartes representa el 8,5% del valor de la producción industrial, desempeñando un rol relevante en la generación de empleo industrial. La producción se concentra principalmente en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, que son las provincias más dinámicas en materia de exportación porque allí se concentra, además, buena parte del núcleo sojero. Como dimensión de la importancia que cobró la industria automotriz en los últimos años, se estima que sólo el sector de autopartes está compuesto por más de 500 empresas grandes, medias y pequeñas, donde trabajan más de 100.000 personas.

Otros

El complejo automotriz desplazó claramente al complejo de petróleo y gas, que por años fue el segundo rubro de mayores envíos externos e incluso llego a ser el primero. Tras un proceso de desinversión que duró largos años, hoy las exportaciones de esos productos representan sólo el 6,3% del total nacional (US$ 5.300 millones el año pasado), cuando en el año 2000 explicaban el 16,3% de los envíos al mundo y era el complejo de mayores ventas externas, incluso por encima de la soja. El cuarto mayor complejo exportador y otro de los que mayor dinamismo registra en los últimos años es el maicero, que el año pasado exportó bienes por US$ 4.696 millones, equivalentes al 5,6% del total. Junto a la soja, este sector ha ido teniendo un muy buen desempeño conformando el núcleo agrícola de la Argentina. Lo mismo sucede con el complejo triguero, que exportó el año pasado por US$ 3.108 millones y se ubicó como el quinto de mayor incidencia en la canasta exportadora. En cambio, el complejo petroquímico, que supo ubicarse entre los más relevantes en materia de exportación, hoy ocupa un sexto puesto con sólo US$ 2.088 millones exportados el año pasado.

Totales

En total, durante el año pasado se detectaron 29 grandes complejos exportadores que concentraron 81,2% de los envíos al mundo. Sin embargo, de cada US$ 100 millones que se vendieron, US$ 37,2 millones fueron soja y autos. Pero a pesar de esa concentración, hay pequeños complejos que vienen ganando participación en la canasta exportadora, en buena medida explicados por la calidad y el reconocimiento logrado por el país en esos sectores. Ellos son el complejo del cuero, que el año pasado exportó por casi US$ 1.000 millones, de los cuales casi la mitad se dirigieron a ASEAN, Corea, China, Japón y la India; el complejo frutihortícola, con ventas externas por US$ 2.670 millones que se envían principalmente al Mercosur, Unión Europea y Nafta; el complejo de la uva, con ventas por US$ 1.202 millones que se colocan mayormente en el NAFTA y la Unión Europea; el del maní, con US$ 852 millones que se distribuyen en todas las góndolas del mundo pero sobre todo en las europeas; el pesquero, con US$ 1.480 millones o el de carne, lanas, cueros y pieles ovinas por US$ 320 millones.

(De la edición impresa)

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