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¿Ya fue el plan inicial?

Política económica.

05 abril de 2012

Según un informe de la consultora Econométrica el Gobierno dio señales de abandonar su esquema de ajuste fiscal y se conforma con aumentos salariales que superarán el objetivo inicial de 18%. Mario Brodersohn, socio de Econométrica, calcula un déficit fiscal para 2012 mayor que de 2011. Por el otro lado, dice que el Gobierno “intentará mantener como ancla antiinflacionaria el tipo de cambio y la dilución en el tiempo de los ajustes tarifarios con el objetivo de contrarrestar las repercusiones inflacionarias que pueden generar el control de las importaciones, los aumentos salariales y el financiamiento monetario del déficit fiscal”.

Según la visión del ex secretario de Hacienda, el Gobierno planteó de entrada enfrentar los desequilibrios que se fueron acumulando en los años anteriores con un esquema que sería el siguiente. Primero, la eliminación total o parcial de los subsidios económicos al consumo de gas, electricidad, agua y transporte que en el 2011 sumaron $ 70.000 millones y “con este ajuste mejorar las cuentas fiscales”. Segundo, el control cambiario a la salida de capitales y control de importaciones para eliminar el déficit externo y defender las reservas internacionales. Tercero, atenuar el impacto inflacionario de la eliminación de los subsidios utilizando como ancla antiinflacionaria el tipo de cambio y un tope en las negociaciones salariales.

Según Brodersohn, “esta propuesta inicial de un severo ajuste fiscal y de un tope salarial se vio amenazada, antes de su implementación, por dos temores que acentuaban aun más las tendencias recesivas del planteo inicial del ajuste fiscal”. El primer temor estaba asociado con el impacto negativo interno de un contexto internacional amenazado por el inminente default en Grecia y Portugal con repercusiones sobre la sustentabilidad del euro. El segundo temor, que gravitó con más intensidad en el mes de enero del 2012, eran las expectativas de una sequía, no tan profunda como la del 2009, pero lo suficiente para agravar las ya debilitadas cuentas fiscales y externas. O sea, según Econométrica el Gobierno reaccionó.

Pero en marzo se disipan ambos temores. Grecia logra un acuerdo con su deuda pública y desaparecieron los temores de una sequía. A partir de esta nueva realidad el Gobierno comenzó a tomar decisiones para diluir en el tiempo el ajuste fiscal asociado con la eliminación de los subsidios. “Reformó la Carta Orgánica del Banco Central para financiar sin restricciones legales las nuevas exigencias de financiamiento del gasto público y los vencimientos de la deuda pública en dólares”, concluye.

(De la edición impresa)

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