En 2001-2002, Uruguay era uno de los países con mayor tasa de desempleo de todo el mundo. Una década después, el país tiene pleno empleo y su presidente, José Mujica, estudia varias posibilidades para aumentar la oferta de mano de obra ante la creciente demanda laboral insatisfecha. “Hemos crecido muy por encima de las posibilidades de formar gente. La realidad nos ha pasado por arriba y estamos obligados a reaccionar”, dijo Mujica días atrás.
Además, un agravante: el crecimiento poblacional entre 2004 y 2011 fue nulo. En diciembre pasado, la tasa de desempleo en Uruguay era de 5,3%. Mujica analiza medidas como permitir que vuelvan los uruguayos radicados en el exterior, cambios en la legislación para que los jubilados que tengan ganas de trabajar puedan hacerlo (sería bajo un esquema de jubilación parcial) y estímulos para la incorporación de jóvenes y mujeres al mundo laboral. Según cifras oficiales, en 2011 se crearon 50.000 empleos y este año se crearán otros 25.000.
“Esto plantea una agenda nueva. Vemos con satisfacción que empresarios y trabajadores están dispuestos a conversar temas que eran tabú, como la jubilación parcial, la productividad y las pasantías laborales para jóvenes. También es necesario promover la migración selectiva y sistemas de cuidados que permitan incorporar mujeres inactivas”, dijo Eduardo Brenta, ministro de Trabajo y Seguridad Social en una entrevista reciente. Próximamente, el Gobierno enviará un proyecto al Congreso para tratar de aliviar esta escasez a través de algunas de estas medidas.
(De la edición impresa)
