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Poyecciones fiscales y financieras

Números del Estudio Bein.

03 febrero de 2012

“Finalizado el año electoral, el Gobierno apunta a reconstruir la caja intentando llevar el crecimiento del gasto por debajo del de los ingresos, algo que no ocurre desde que arrancó la gestión en 2003”.  El arriesgado pronóstico corresponde al último informe del Estudio Bein (EB). En los dos meses posteriores a las elecciones, el gasto público redujo la suba interanual al 21% desde el 35% acumulado en los primeros diez meses de 2011 (40% en el mes electoral).

En EB creen que el gasto primario crecerá 22,2% de punta a punta y los ingresos, 24,5%, dando como resultado un superávit primario de casi $ 19.000 M (en 2011 fue de $ 4.928 M).  El déficit fiscal, en tanto, sería de $ 28.014 M, similar al de 2011, ya que se deberán afrontar $ 47.000 M en intereses (aproximadamente $ 12.000 M más que el año pasado).  Entre los componentes de los ingresos, EB detalla que los gravámenes ligados a Aduana crecerán 11%; los ligados a la actividad, 27%; Seguridad Social, 33% y los recursos no tributarios, estancados.  Del lado del gasto, los salarios crecerán 26%; las jubilaciones, 34%; las transferencias al sector privado, 3% y los gastos de capital, 7%.  Según el EB, hay dos escenarios para los subsidios, que el año pasado llegaron a casi $ 75.000 M.  El peor escenario (para los planes del Gobierno) es que no crezcan.  El escenario más probable, empero, es que esa cifra de $ 74.000 M se contraiga entre 10 y 15%.

Otro ejemplo de moderación fiscal se da en los gastos de capital. “Los gastos de capital ya empezaron a moderarse inmediatamente después de las elecciones. En noviembre y diciembre cayeron 17%, luego de crecer 28% en los primeros 10 meses del año”.  El reciente aumento a las jubilaciones anunciado por la Presidenta también indica que ese rubro, que explica 30% del gasto total, será una de las variables más dinámicas.

En el frente financiero, con estas proyecciones, la brecha de dólares sigue ubicándose en torno a US$7.700 millones -sin usar el Fondo del Desendeudamiento Argentino-, y un sobrante de pesos de $10.000 millones. “Paradójicamente, en una economía donde los controles se multiplican los precios de la deuda del Gobierno suben y convalidan tasas algo menores. El Boden 15 rinde 8,5%, mientras que el Global 17 lo hace al 8,7%, tasas muy elevadas -en la comparación internacional-, pero  consistentes con el acceso a los mercados dadas las necesidades financieras locales”, señala el trabajo de la consultora.

Tal cual viene ocurriendo en los últimos años, no se hará de forma directa: la ANSES va a continuar siendo el agente financiero del Gobierno, ya sea vía colocaciones indirectas del Tesoro, o vendiendo parte de su cartera de bonos en dólares al mercado y ayudando a reestablecer las reservas del BCRA que se usarían para pagar la deudas . Para ello, dice el Estudio Bein, se debería reformar la Ley de Convertibilidad. “Es un tema que puede quedar pendiente hasta mediados de año, pues el primer vencimiento fuerte es el último pago del Boden 12 en agosto próximo. Hasta entonces, hay mecanismos para que el tesoro se haga de los pesos que permitan acceder al MULC para comprarle los dólares al BCRA”.

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