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¿Se podrá recuperar Piñera?

Su imagen positiva es baja.

01 febrero de 2012

A diferencia de sus colegas de los países avanzados, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, tendrá este año el desafío de hacer crecer?sus índices de aprobación popular (y reducir los de desaprobación). Piñera se acerca a la mitad de su mandato (y a las elecciones municipales de octubre, antesalade las presidenciales de 2013)  con un capital político vapuleado. En su entorno estudian varias medidas que podrían lanzar en los próximos meses con el fin de revertir esta situación.

La gestión Piñera debió enfrentar sorpresas aún antes de haber comenzado. Luego del tremendo terremoto del 27 de febrero, Piñera asumió menos de 15 días después en un país que aún sufría los desastres del movimiento sísmico, como atestiguan las imágenes televisivas. Meses más tarde, 33 mineros quedaban atrapados en el interior de una mina centenaria del Desierto de Atacama. El rescate de los trabajadores mediante las célebres cápsulas Fénix fue presenciado in situ por Piñera y miembros de su gabinete. Pero la gran sorpresa de 2011 fue la encargada de pulverizar su gestión y descolocara todos los planes. En Santiago, comenzaba a hervir la mayor protesta estudiantil desde la recuperación de la democracia.

Las violentas protestas callejeras se extendieron por varios meses. Piñera, por su accionar ante las quejas, salió muy debilitado. El apoyo de la opinión pública al reclamo estudiantil trepó hasta el 70%. A diferencia del terremoto y de la saga de los 33, las protestas estudiantiles no pueden considerarse, estrictamente, como sorpresivas. Ya las habría sufrido su antecesora, Michelle Bachelet. Aunque la virulencia del reclamo, alimentado por la intransigencia del Gobierno, llegó a límites que nadie esperaba. Por eso, a casi dos años de su asunción, Piñera (que debió hacer cambios en su gabinete en tres ocasiones) perdió gran parte de su capital político. Vale recordar

que el balotaje celebrado en enero de 2010 lo consagró presidente con, nada menos, que el 51,6% de los votos. Su rival, Eduardo Frei, había obtenido una cifra importante también: 48,3%.

Según una encuesta de la consultora Adimark (a diciembre de 2011), 34% de los chilenos tiene una valoración positiva de Piñera y su gestión, y 60% una valoración negativa. El promedio de la imagen de Piñera a lo largo de 2011 fue de 35%. “Con este resultado, el presidente termina el

año más complejo en términos de aprobación ciudadana desde el inició de la democracia”, sostiene la consultora. En los inicios de su gestión, Bachelet también había sufrido una fuerte caída en su aprobación. La historia final es conocida: se retiró con un respaldo de más de 80%. Sigue siendo bien valorada y cada vez más mencionada como posible candidata en 2013. Según la consultora, empero, la caída de Piñera es mayor a la de su predecesora: “El promedio anual de aprobación del presidente Piñera fue 35% en 2011, cifra inferior a la obtenida por la presidenta

Bachelet en su segundo año de gobierno (el más conflictivo de su mandato) donde promedió un

42% de aprobación”.

Como consuelo, quizás, figure el hecho de que la Concertación (la coalición de centroizquierda que gobernó desde 1990 a 2010) tenga una imagen positiva de sólo 16% y un rechazo muy elevado. El 2011 fue otro año antipolítico para Chile, en donde las instituciones y las autoridades fueron desbordadas por la sociedad civil. Los chilenos también terminaron el año pasado con niveles de rechazo importantes a las dos cámaras del Congreso. Piñera lo reconoció. En una entrevista concedida al periódico La Tercera en diciembre último, dijo que sus dos mayores preocupaciones para 2012 son “la evolución de la economía internacional” y “el deterioro de la calidad o agotamiento de la política”. Agregó: “Considero fundamental que nos podamos abrir a un clima de mayor amistad cívica. Cada vez que la hemos perdido nos hemos descarrilado como

sociedad”.

Poco tiene que ver la marcha de la economía con la visión de Piñera. Según Adimark, dos de las tres áreas mejor evaluadas por la población son “Economía” y “Empleo”, ambas con 45% de aprobación. La economía chilena creció poco más de 6% en 2011 y se expandirá a una tasa de 4% este año. El desempleo es bajo. Una encuesta publicada esta semana por la Universidad de Santiago muestra que la tasa de desempleo en el Gran Santiago, donde viven más de 7 millones de chilenos, es de 6,2%, similar a la de 1996, previo a la crisis del sudeste asiático.

Lograr un rebote como el que logró Bachelet es el deseo de Piñera, aunque por ahora no es más

que eso. “Esa confianza ciudadana, que a veces ha sido esquiva o que a veces ha sido menor que la

que esperábamos, y que nos ha dolido, porque nos ha dolido no tenerla, tenemos la esperanza y la

motivación de que en la medida en que pasa el tiempo y se van apreciando las obras (...) poder ir recuperando esa confianza y esa adhesión”, expresó el ministro secretario general de Gobierno,

Andrés Chadwick, en un acto que se realizó días atrás para conmemorar la victoria de Piñera en segunda vuelta. La idea es “poder no sólo recuperar ese 51% que tuvo intencionalidad de voto, sino que ganar más adhesión y ganarnos el respeto de la inmensa mayoría del país”, agregó.

(De la edición impresa)

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