El Economista - 70 años
Versión digital

jue 28 Mar

BUE 22°C

La crisis europea y la Argentina

Soja, dólar y Brasil.

26 noviembre de 2011

La crisis de las hipotecas, comenzada en setiembre de 2008 en Estados Unidos, y propagada a buena parte de las economías occidentales, aún no ha tenido una solución definitiva, cumplidos ya tres años. El centro de la crisis en la actualidad es Europa, particularmente, Grecia, Italia y España. La Unión Europea (UE) viene de la recesión en 2009, en dirección a una recaída en 2012. De algún modo, estos son los efectos de la “salida” recesiva propuesta por la UE a la primera fase de la crisis, desde 2009 hasta ahora: la salida por la vía del ajuste fiscal y monetario impuesto desde Bruselas ?principalmente desde Alemania? a los países en riesgo, como Irlanda, Portugal y Grecia, y ahora al resto de los países, como España e Italia, que no dio muchos resultados. El ratio deuda/PIB es de 160% en Grecia y 128% en Italia, mientras que Irlanda es de 125% y en Portugal, 126%. Una consecuencia no deseada, pero previsible, son los problemas sociales y el desempleo, que en España ha llegado al 21,5%. La cumbre de la UE de octubre dejó varias dudas, sobre todo los diferentes criterios entre los 27 países de la UE y los 17 de la eurozona.

Lo mismo la reunión del G-20 en Cannes. El default propuesto a Grecia, con quita del orden del 50% y el fuerte ajuste que realizarán los nuevos gobiernos de España e Italia centran las expectativas, pero no alejan la idea de la recesión.

EE.UU., hacia el estancamiento

La salida “expansiva” de EE.UU. ha tenido hasta ahora pocos resultados. El Gobierno y la Fed apostaron por recuperar confianza vía política monetaria y fiscal expansiva, exactamente lo contrario a la estrategia de la UE. La apuesta ha buscado una lenta corrección del endeudamiento privado para que vuelva la confianza, con política monetaria expansiva y planes de estímulo fiscal. Uno de los problemas es que quizás, el gasto ha crecido menos que lo necesario para asegurar la reactivación permanente. Otro problema es que ha sido financiado con más deuda pública, y no con

impuestos, afectando las expectativas de solvencia fiscal a mediano plazo. Los resultados han sido bajo crecimiento y una dinámica aletargada de creación mensual de empleo privado que no ha podido evitar la suba de la pobreza hasta 15,1%, unos 45 millones de habitantes. En materia política, la crisis de liderazgo de Barack Obama es creciente, y las elecciones presidenciales de noviembre de 2012 implican ya otro año de transición. Los emergentes de Asia, por su parte, siguen siendo la locomotora del mundo, si bien esto no necesariamente implica que se cumpla la teoría del desacople, liderado por China y otros, dado que Brasil y Rusia ya están desacelerados. El impacto de una crisis de Occidente sobre Brasil no parece menor: se prevén escenarios 2012 entre +4% / -2%.

Brasil, soja y dólar

En caso de recesión en la UE y EE.UU., hay tres grandes mecanismos de transmisión hacia la Argentina: commodities, Brasil-UE, y fuga de capitales. Las commodities dependen mayormente de los stocks, del clima, y la demanda china sigue firme por ahora. En el corto plazo se espera volatilidad con tendencia bajista, por ahora leve: el precio de la soja ya ha bajado desde U$S/tn 530 a U$S/tn 410-420 en tres meses. La crisis de la UE afecta por el momento el precio de las commodities más por la corrida de los fondos especulativos. El riesgo es que las exportaciones chinas a UE y EE.UU. caigan fuerte, luego China ajustaría su crecimiento interno y, por ende, sus importaciones de materias primas agrarias, con efecto-precio negativo. Desde Brasil, en tanto, se esperan menores importaciones, pero con impacto diferencial por regiones y provincias argentinas. Lo mismo para la demanda desde la UE, afectando exportaciones regionales.

Por último, a la incertidumbre mundial que genera fuga de capitales, se sumó, primero, una mayor prevención preelectoral a lo largo del año, incrementando la demanda de divisas a medida que se acercaban las elecciones. La salida de capitales, de U$S 30.000 M entre 2008 y 2010, habría llegado a U$S 20.000 M para enero-octubre de 2011. La abrupta intervención poselectoral en el mercado cambiario ha provocado una brecha creciente entre el dólar oficial y el paralelo, del orden del 10%, y un interrogante acerca de la fuga de capitales. El mercado prevé un dólar más alto que el oficial, teniendo en cuenta el atraso del tipo de cambio con respecto a la inflación observada desde hace tres años. La crisis europea y el estancamiento en EE.UU. amenazan extenderse al mundo, en momentos en que la política económica argentina se enfrenta, una vez más, al tradicional dilema inflación ?tipo de cambio.

De su resolución dependerá, en buena medida, el sendero económico de los próximos dos años.

(De la edición impresa)

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés