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Brasil, Europa y el 10-D

Preocupaciones empresariales.

14 octubre de 2011

El Coloquio de IDEA sigue siendo una de los encuentros empresarios más grandes del país.  Volvió a quedar demostrado en su edición número 47, celebrada nuevamente en Mar del Plata, donde se congregaron más de 700 hombres y, en mucha menor medida, mujeres de negocios para hablar y compartir sensaciones y experiencias. 

El otro factor de atracción lo ofreció la oportunidad de escuchar a economistas, analistas y colegas de renombre, como Xavier  Sala-i-Martín (ver aparte), Sergio Marchionne, Marcelo Odebrecht y Ricardo Hausmann, más allá de que hubo otros que pegaron el faltazo a último momento.  Otros invitados fueron los políticos, entre los que se destacó el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli y el candidato presidencial Hermes Binner, a quien las encuestas lo colocan en un expectante segundo lugar en las presidenciales del próximo 23.

Como suele suceder, el Coloquio funciona como una suerte de termómetro del humor empresarial y del estado de la economía en general.  Si bien el enfoque del encuentro siempre intenta situarse en el largo plazo (el título fue “La Argentina en el mundo: construyendo oportunidades para la próxima década”), la coyuntura, especialmente si es problemática, encuentra la forma de colarse en los diálogos y los paneles.

“Hay cuestiones internas y también externas que concitan atención, como suele ocurrir.  En cuanto a la situación global, disputan el primer lugar de las preocupaciones Europa y Brasil. El foco de preocupación es dinámico.  Da la impresión que los mercados están considerando que se está avanzado hacia una solución de la crisis europea, lo que hace que se trasladen las preocupaciones hacia Brasil, aunque me parece que pocos se han dado cuenta de la V corta que ha hecho el precio del real, que volvió a las cercanías de 1,75 por dólar.  No deberíamos descartar que se mantenga en ese nivel, es decir, el que estábamos acostumbrados en el último tiempo, en el mediano plazo”, le dijo Luis Secco, uno de los asesores temáticos del 47º Coloquio, a El Economista.

“Sobre la situación internacional hubo un consenso bastante generalizado de diferenciar la situación de EE.UU. con la de Europa.  Con respecto a EE.UU. se espera una recuperación de bajo crecimiento y poca creación de empleo, pero se cree que logrará evitar una crisis más profunda.  Con respecto a Europa, existe el temor de que un desenlace negativo tenga consecuencias sistémicas mucho más preocupantes.  En lo que más afecta al país, hay mucho atención puesta en cómo sigue Brasil”, opinó Bernardo Kosacoff, otro de los economistas consultados por este medio.  Sobre el ánimo entre el empresariado, manifestó: “No diría que hay optimismo entre los hombres de negocios pero no hay pánico.  Vienen de ocho años muy buenos y tienen una buena situación patrimonial.  Lo que sí hay son horizontes muy cortos todavía.  Lo que hace falta es invertir más y para ello se precisan horizontes más largos”.

Cuando se agendó la fecha del encuentro, se especuló con que la incertidumbre política estuviera, a poco más de una semana de los comicios, al rojo vivo.  Nada más distinto a ello.  Nadie duda de que el oficialismo será ratificado y que seguirá en el poder, al menos, cuatro años más.  Eso no bastó, empero, para disipar las dudas sobre qué pasará con la política económica.  El Gobierno no ha ayudado a disipar esas dudas tampoco, más allá de la vaguedad de “profundizar el modelo”.

“El Gobierno ha dado algunas señales de que viene algo diferente y de que habrán algunos cambios, especialmente en el tema de subsidios y tarifas y algun avance en el terreno internacional.  Habrá que ver si terminan en meros rumores, como pasó muchas veces, pues el Gobierno no ha dado señales explícitas”, agregó Secco.

Sobre la política económica posterior al 10 de diciembre, Kosacoff subraya que hay cuatro temas centrales a administrar, de diferente grado de urgencia: la inflación, la salida de capitales, la calidad y los efectos distributivos de los subsidios y el déficit comercial del sector manufacturero.

“Lo positivo es que no se requiere una crisis para solucionarlos. Hay márgenes de maniobra aún, aunque se van achicando”, dijo.  Esta semana, varios economistas (entre ellos, Javier González Fraga, Rogelio Frigerio y Adrián Ramos) manifestaron en el Congreso que la cifra de crecimiento proyectada para 2012 será difícil de lograr.  De ser así sería una rareza, dado que la mecánica habitual del kirchnerismo ha sido proyectar un crecimiento inferior al real.  En 2012, la ecuación podría darse vuelta.  A la consulta de si creía que el 5,1% de crecimiento proyectado por el oficialismo podría ser alcanzado el año entrante, Kosacoff dijo que “si logramos crecer al 5% sería absolutamente espectacular”.  Las tasas chinas han quedado atrás.

(De la edición impresa)

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